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La iniciativa vecinal que rechaza el cambio de nombres de las calles del Barrio de Lourdes ha entregado en el SAC del ayuntamiento de Tudela las firmas de los 2.011 vecinos del Barrio que respaldan su propuesta de evitar el proceso para cumplir con lo que consideran «recomendaciones» de la Ley de Memoria Histórica y dejar las calles como están en la actualidad.
En un acto celebrado en el centro cívico del Barrio de Lourdes, los vecinos han hecho entrega de las firmas al concejal Ignacio Martínez Santos, comerciante y vecino del barrio, que como afectado se ha ofrecido para hacer llegar las firmas al ayuntamiento de la capital ribera.
Las firmas presentadas han sido recogidas a lo largo del último mes en el propio barrio de Lourdes y por la cifra lograda representan a un tercio de la población empadronada en el popular barrio tudelano, un apoyo que ha sido valorado de forma muy positiva por los promotores de la iniciativa.
En ellas los vecinos rechazan que se proceda a cambiar el nombre de las calles, un proyecto impulsado desde el equipo de gobierno que consideran «una acción política excusada en la aplicación de una ley». En este sentido, Martínez Santos ha insistido en que la Ley de Memoria Histórica sí que favorece la búsqueda de fosas comunes y exhumación de desaparecidos pero que en lo que afecta al barrio como elemento de exaltación del régimen franquista se limita a establecer unas recomendaciones. «Está claro que el equipo de gobierno va a seguir adelante, pero 2.011 firmas sobre la mesa pesan y algo se deberían de replantear», ha señalado el concejal no adscrito.
Respecto a los motivos que llevan a los vecinos a oponerse al cambio de nombre de las calles, incluidas por diversos informes como parte de un barrio de exaltación de la simbología franquista, han señalado que las nombres han perdido ese simbolismo y se van a causar molestias innecesarias a mucha gente mayor. «Los vecinos ni saben ni se han molestado en saber quién es la persona que da nombre a su calle. Entendemos que no hay ninguna necesidad en cambiarlas y tenemos la creencia de que se pueden quedar tal y como están».
Los vecinos también han avanzado que no se van a estar quietos y que una vez que el ayuntamiento apruebe en pleno el cambio de los nombres se reunirán para valorar otras acciones, e incluso recurrir el acuerdo del pleno por la vía administrativa y judicial.
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