Los sindicatos de riego de Navarra y Alfaro (La Rioja), junto con Asafre (Asociación de Afectados por el Río Ebro), exigen la ejecución de la partida de 7 millones de euros que contemplan los Presupuestos Generales del Estado de este año, para la limpieza de ríos, y que esta partida se mantenga en los próximos ejercicios.
Desde Asafre y sindicatos de riego señalan que «no estamos de acuerdo con las decisiones que las administraciones competentes están tomando hasta la fecha, ante la prevención y disminución del riesgo por inundaciones así como ante la reparación de dichos daños». Los sindicatos, que han encargado recientemente un estudio sobre costes reales de las riadas, exigen también «que los departamentos de medio ambiente de cada autonomía, cuando se solicite conjuntamente desde el Ayuntamiento y la Comunidad de regantes de una localidad la limpieza y/o retirada de gravas del río en una zona de su competencia y haya presupuesto para dichas obras, se comprometan a realizar un informe favorable. Asimismo, pedimos que la C.H.E., también por escrito, se comprometa a que con el informe favorable antes descrito, resuelva favorablemente la autorización para dichas obras en el plazo máximo de tres meses».
Asafre encargó recientemente un estudio que ha analizado el coste de las once avenidas del río Ebro sucedidas desde 1980, «una riada cada 3,5 años, de ellas seis han tenido un caudal entre 2.400 y 2.900 m3/seg., y cinco de ellas un caudal de entre 2.000 y 2.400 m3/seg. Una ha superado los 3.000 m3/seg.», señalan.
Los sindicatos de riego afirman que «los agricultores, la industria agroalimentaria en particular, y la sociedad en general, están padeciendo los efectos, que consideramos excesivos para los caudales mencionados». Por este motivo «queremos defender también a las industrias agroalimentarias que también se ven afectadas por las riadas, ya que la pérdida de producción lleva consigo un menor aprovisionamiento y la necesidad de buscar producto fuera, con el consiguiente sobrecoste y el riesgo de desplazamiento de la producción».
Desde Asafre y Sindicatos «queremos hacer constar que la industria congeladora en el Valle del Ebro recoge 650.000 toneladas de producto al agricultor con el que obtiene 515.000 toneladas de producto terminado y de los que 350.000 toneladas van a la exportación. En los terrenos inundables se origina aproximadamente el 10% de la producción, y debido a la implantación de los riegos por aspersión, junto con la calidad de los suelos, este porcentaje se iría incrementando año a año, salvo que por la incertidumbre de las inundaciones, las empresas busquen otras tierras».
Los sindicatos de riego de Navarra y Asafre destacan que «la última riada ha supuesto un coste aproximado de 80 millones de euros, además del coste patrimonial que no lo contemplamos en el estudio. De esta cifra, 30 millones corresponden a la reparación de infraestructuras, 9 millones por Agroseguro, 15 millones para el Consorcio, 5 millones que corresponden a los particulares, y 21 millones que afronta la industria agroalimentaria, cerealistas, hostelería, combustibles, mano de obra, por pérdida de clientes o deshidratadores».
Asafre integra a más de 50 asociados entre los que hay centros deportivos, asociaciones vecinales, Pymes, comunidades de regantes y particulares. En Navarra la integran las comunidades de regantes de Navarra de Arguedas, Buñuel, Cabanillas, Cadreita, Cortes, Fustiñana, Milagro, Ribaforada, San Adrián, Tudela y Valtierra, junto con Alfaro (La Rioja), que representan a más de 2.500 explotaciones y 100.000 hectáreas, afectadas por el río Ebro.
«Nos preguntamos cómo es posible que no encuentren solución. Participamos en el Foro del Ebro, hemos presentado soluciones, ahora nos presentan el programa Ebro Resiliance, pero lo que vemos es que nuestra principal preocupación, que es la limpieza de los cauces, siempre queda aparcada», subrayan los sindicatos.
Desde Asafre señalan que «el Plan Ebro Resiliance, cuyo objetivo es obtener 20 millones de euros de fondos de Bruselas, aparecen unas propuestas de los técnicos y se hace una especie de trabajo para que en el fondo las validemos y en compensación incluyen nuestras aportaciones de dragado y limpieza, con el matiz de que son iniciativas de las comunidades», y los sindicatos navarros se preguntan «¿Cómo se explica que llevemos casi tres años, y de repente ya tenemos el consenso de todos y las soluciones?, ¿Para qué ha servido el Foro del Ebro? Nos parece que la respuesta es que hay que coger el dinero de Bruselas».
Los sindicatos de riego declaran que «somos los primeros en defender la biodiversidad, somos un eslabón importante en esta defensa, pero no podemos colaborar y por tanto apoyar planes como el Ebro Resiliance que no garanticen un cambio en la gestión de los ríos». Apoyar estos planes, sin garantías para nuestras demandas «nos haría partícipes y por tanto responsables, a nuestro entender, de un mal uso del dinero público, independientemente de que ese dinero venga de Bruselas, Madrid, comunidades autónomas o ayuntamientos», concluyen.