Óscar y Jesús Visanzay, propietarios del Bar del Moncayo
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Los hermanos Jesús y Oscar Visanzay Gallego, propietarios del Bar Moncayo de la calle de la Merced de Tudela, recibirán este año el homenaje al Tabernero Popular, un reconocimiento instaurado hace 5 años por la Peña Moskera para reconocer la labor que desarrollan en las fiesta los profesionales del sector de la hostelería.

Jesús y Oscar están al frente del Bar Moncayo desde hace 31 años. Los primeros 5 años junto a su padre y luego en solitario al frente de este negocio hoy popular por su cuidada y espectacular barra de pinchos y su especialidad, el foie fresco con el que lo asocian cientos de tudelanos.

El homenaje llega en un momento en el que Jesús y Oscar han centrado la actividad del bar durante el día después de muchos años en los que el bar se convirtió en una de las referencias para quienes elegían el casco histórico para disfrutar de la noche tudelana. «Para nosotros este es un detalle que tenemos que agradecer. Que alguien se haya acordado de una trayectoria de tantos años y que te lo agradezcan es algo bonito», reconoce Jesús Visanzay. «Agradecemos a la peña Moskera darnos este detalle».

Óscar no oculta que tras estos años de trayectoria hay mucho esfuerzo. «Trabajar la noche ha sido difícil pero también nos ha dado sus satisfacciones. La gente se lo pasa bien pero nosotros, aunque nos haya tocado trabajar, también nos lo hemos pasado bien. Por aquí hemos visto de todo y ha sido una etapa muy bonita. Ahora ya no es lo mismo, porque hace dos años decidimos no abrir por las noches, y apostamos por trabajar de otra manera la hostelería».

Las fiestas de Santa Ana siempre han sido unos días de trabajo intenso para estos hermanos. «Las fiestas detrás de la barra no se viven mal, eso sí, siempre atentos al cliente, porque es nuestra vida y nos debemos a ello. Pero podemos decir que no sabemos cómo son las fiestas si no estamos detrás de una barra. Lo más duro son las horas, son muchas horas de trabajo. Los satisfactorio, que es una semana en la que el trabajo rinde, recompensa y te permite unas vacaciones», explica Jesús. «Yo tampoco se como son las fiestas, solo se trabajar en fiestas. Disfrutas dentro de lo que te toca, trabajando, tratando que la gente lo pase bien y aprovechando para pasarlo también bien».

Reconocen que en los últimos años han cambiado los hábitos y costumbres. «La gente sale mucho más de día, hay muchos más bares. A nosotros nos ha tocado ir haciendo de todo para adaptarnos a lo que el cliente pedía. Hemos hecho cenas. bocadillos, abierto de noche, pinchos, para trabajar tantos años tienes que actualizarte. Si no te actualizas en hostelería el negocio queda obsoleto y no da más».

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