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La Comunidad de Bardenas Reales ha dado a conocer los datos que han recabado los dispositivos GPS que se colocaron en 15 pollos de buitre que nacieron en el parque natural y reserva de la biosfera el pasado verano.
Este trabajo, que se llevó a cabo durante el mes de julio, forma parte del convenio para la obtención de bioindicadores sobre el estado de conservación de poblaciones de aves rupícolas, que han sus suscrito la Comunidad de Bardenas Reales de Navarra y la Estación Biológica de Doñana, perteneciente al Centro Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, y que ha permitido marcar quince pollos nacidos en el Parque Natural y Reserva de la Biosfera y su entorno inmediato.
Los pollos fueron capturados en la fase final de su desarrollo, momento que se aprovechó para equiparlos equiparon con dispositivos electrónicos de última generación que permiten seguir sus movimientos con total precisión. «En poco más de tres meses, entre todos han proporcionado más de 750.000 localizaciones con pocos metros de error», ha dado a conocer la Comunidad de Bardenas.
Uno de los ejemplares no superó la fase de emancipación y murió en Santacara a principios de octubre. El resto continúa su viaje, la mayoría en dirección al Sur del continente europeo con paradas en zonas del centro de la península ibérica. Cinco ejemplares han cruzado el Estrecho de Gibraltar y se localizan mismo en el continente africano, cuatro en Marruecos volando en dirección al Sahara, y otro en el Sahel de Níger hasta dónde ha llegado tras describir una trayecto que los expertos han considerado «prodigioso» por Argelia.
Ganar altura para atravesar el Estrecho de Gibraltar
Uno de los datos que ha aportado la investigación ha sido averiguar el modo en el que estas grandes aves atraviesan el Estrecho de Gibralta. «Sabemos que son aves de gran peso que necesitan la ayuda de corrientes térmicas para sustentarse en el aire, y también es conocido que estas masas de aire ascendente se forman en tierra, pero no sobre el mar. Su estrategia consiste en elevarse a gran altura sobre Tarifa, para a continuación lanzarse hacia la costa africana. Hemos comprobado que, en apenas 15 kilómetros de viaje sobre el mar, pierden casi mil metros de altura. Comprobamos así que en tierra son capaces de planear cientos de kilómetros con muy poco gasto energético, pero volar sobre el mar les supone un gran esfuerzo para lo que sin duda necesitan aprovechar las condiciones climáticas más ventajosas», sostienen desde la Comunidad de Bardenas.
Además el estudio está permitiendo determinar, con total precisión, la frecuencia y las características de los patrones migratorios; así como el papel que juegan las estancias en África en las estrategias individuales y la dinámica poblacional de esta especie. Todo ello, afirman, «redundará en una mejor base técnica para manejar y conservar las poblaciones de grandes aves carroñeras del Parque Natural y Reserva de la Biosfera de Bardenas Reales de Navarra y de los servicios que prestan a la sociedad».
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