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El antropólogo e historiador Eduardo Aznar Martínez presentaba recientemente “El claustro del Monasterio de Fitero. Obra clave del Renacimiento navarro”, un libro que aprovecha el largo y complejo proceso de restauración que se ha llevado a cabo a lo largo de la última década en el claustro del Monasterio de Fitero para invitar al lector a caminar entre sus a galerías y redescubrir en sus rincones un complejo mundo de mensajes simbólicos, verdadera enciclopedia en imágenes del pensamiento teológico y moral de la época.
Mientras que su estilo –que entremezcla de manera natural los patrones del gótico final y la estética renacentista– es fácilmente reconocible incluso para el aficionado, menos conocido es el hecho de que, a la par que se iban elevando, sus paredes tuvieron el privilegio de contemplar también el efervescente ambiente humano que rodeó su proceso de creación. En él descubriremos un mundo plagado de espíritus ardientes del siglo XVI sumergidos en una atmósfera de abusos feudales, corrupción, luchas por la emancipación, canteros desesperados por los reiterados impagos, y hasta una «Lolita» de su tiempo seduciendo a un cincuentón y ya muy consumido Padre Abad. Todo ello con el sonido de fondo de los cascabeles de los danzantes enmascarados del día de San Bernardo y, por supuesto, generosamente regado con el mejor vino de las tierras del Alhama.
En el acto de presentación, que se llevó a cabo en la oficina de la Federación de Municipios y Concejos, en Pamplona, la localidad ribera estuvo representada por su alcalde, Raimundo Aguirre, cuyo ayuntamiento colabora en la edición de la obra.
El libro tiene un precio especial de venta en Fitero de 10 euros y se puede adquirir en Oficina de Turismo.
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