Parte del equipo de facultativos de Medicina Interna del Hospital Reina Sofía: De izquierda a derecha de pie David Sanchez Fabra, Javier Agorreta, Ángel Sampériz, María González, Ana Herrero, Susana Clemos, Tere Rubio y Adriana Ger. De izquierda a derecha sentados Isabel Torres, Juan Valle y Pablo Ruiz Sada.
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El Dr. Ángel Sampériz Legarra y la Dra. Tere Rubio Obanos están siendo los encargados de enfrentarse en su día a día a la enfermedad de coronavirus en el hospital «Reina Sofía» de Tudela. Al frente de la Jefatura del Servicio de Medicina Interna, ambos han liderado al equipo de profesionales que se ha encargado de tratar cada uno de los casos que se han diagnosticado en el área de salud de Tudela y cuya gravedad ha requerido el ingreso hospitalario del paciente. El trabajo que ha realizado el equipo, destacan Sampériz y Rubio, está siendo sido clave. «Todo el personal sanitario ha permanecido unido y tenemos que agradecer a todos los profesionales, médicos, DUES, auxiliares, celadores, y sobre todo a los médicos internos residentes, que han estado con nosotros, aprendiendo con nosotros y atendiendo a los pacientes de forma excelente», aseguran.

¿Cómo describen estos días que os ha tocado vivir en la planta con la enfermedad del coronavirus?

Podemos diferenciar dos fases.

La primera fue muy estresante por varios motivos: enfermedad nueva con gravedad importante, con muchos pacientes a la vez, tratamiento poco eficaz y al mismo tiempo teniendo que reestructurar las plantas de ingreso, adiestrar a profesionales que habitualmente no realizan guardias ni están habituados a pacientes infecciosos, diseñar protocolos de tratamiento y circuitos para a la atención de pacientes con un trabajo multidisciplinar muy importante.

En una segunda fase, cuando ya la epidemia va perdiendo intensidad, y que ya somos conocedores de la patología con mucha menor presión asistencial, estamos algo más relajados pero vigilantes. En estos momentos además tenemos que valorar pacientes que ya están diagnosticados por atención primaria y también pacientes con otras patologías, teniendo que reestructurar de nuevo las plantas, consultas externas o planificar los ingresos en hospitalización a domicilio, ya que durante un tiempo se tiene que hacer aislamiento en domicilio y es un poco complejo.

¿Que ha caracterizado a esta enfermedad en nuestra zona? ¿Cuáles han sido las principales complicaciones generadas a los pacientes afectados por la patología y cuál ha sido el perfil mayoritario de los pacientes si ha habido alguno que sobresalga del resto?

En nuestra zona se inició al igual que en resto de España, fue muy brusca y con mucha gravedad, que nos hizo multiplicar la capacidad en las plantas para estos pacientes a la vez que se modificó el circuito de urgencias y de la UCI.

Las principales complicaciones generadas han sido la insuficiencia respiratoria y la necesidad de atención en UCI y ayuda de respiradores.

El perfil mayoritario en los pacientes que acuden a urgencias precisando ingreso ha sido la neumonía que a lo largo de pocos días en un tanto por ciento no despreciable, presenta insuficiencia respiratoria que precisa ingreso en UCI.

Al margen de la propia enfermedad ¿cuáles han sido las principales inquietudes de pacientes y familiares que imagino os habrán abordado con infinidad de dudas?

En cuanto a los pacientes la principal inquietud ha sido el tener que afrontar la enfermedad aislados de sus familiares y la posibilidad de contagio.

En cuanto a los familiares la inquietud ha sido el no poder acompañarlos, incluso en situación de fallecimiento próximo.

Hemos aprendido muchas cosas de una infección totalmente desconocida

Cómo internistas, ¿qué es lo que más os ha llamado la atención de esta patología?

La diseminación tan brusca ocasionada por la elevada contagiosidad. Así mismo la sintomatología tan variada que tiene, con presentaciones diversas (afectación respiratoria, cardiaca, neurológica, dermatológica…). Hemos aprendido muchas cosas de una infección totalmente desconocida

¿Os habéis sentido en algún momento desprotegidos y expuestos en vuestro trabajo?

Desprotegidos no, aunque al principio temíamos no disponer de equipos de protección individual (EPIS), pero de una forma u otra atendíamos a los pacientes con protección y, de hecho, en el hospital ha habido pocos contagios

¿Cómo se deja a un lado el temor al contagio viendo como médicos y otros colectivos sanitarios se están contagiando e incluso han fallecido?

Personalmente no hemos tenido miedo. Ya hemos vivido epidemias como la infección por VIH, que también tuvimos que aprender en el día a día además de luchar contra la discriminación que provocaba. Además en nuestro día a día estamos en contacto con otras enfermedades infecto-contagiosas como tuberculosis o infecciones por gérmenes multirresistentes.

Al comienzo pensamos que los ingresos nos podían desbordar

¿Se ha temido en algún momento que en Tudela pudieran replicarse las situaciones hospitalarias que se estaban viendo en Madrid?

Si, al comienzo pensamos que los ingresos nos podían desbordar. Era cuando prácticamente todas las habitaciones del hospital estaban ocupadas por pacientes con infección probable o confirmada por covid-19. Entonces se pensó la posibilidad de realizar ingresos en otros centros como el Hotel Bed4U o, posteriormente, en centros residenciales.

La Dra. Teresa Rubio Obanos, jefa del servicio de medicina interna

La Dra. Rubio fue una de las profesionales que salió a las redes sociales a trasladar tranquilidad a la sociedad ¿por qué fue necesario?

En aquel momento había gran alarma en la población y pensamos que dar a conocer las nuevas medidas que se tomaron nos pareció adecuado. Había gran nerviosismo en la población, centros de atención primaria, hopitalización…

¿Cómo valoran en su conjunto las medidas adoptadas por las autoridades?¿Han facilitado vuestro trabajo?

A nivel de autoridades nacionales dada la extensión de la pandemia, nos parecen coherentes las medidas de confinamiento instauradas y de refuerzo en hospitales y en centros de salud….Otra cosa ha sido el retraso de la llegada de material de protección, las compras erróneas o el uso de test rápidos.

A nivel local nos hemos sentido respaldados tanto por la gerencia de Osasunbidea y del área de salud, colaborando de forma conjunta y estrechamente en el diseño de las nuevas estrategias.

La extensión de la epidemia ha sido de tal envergadura y rapidez que hasta la OMS se demoró en llamarle pandemia

¿Por qué no se estaba preparado? Llevábamos semanas viendo los casos en China e incluso existía la sensación de que no pasaba nada cuando ya estaba desbordándose la situación en Italia.

La extensión de la epidemia ha sido de tal envergadura y rapidez que hasta la OMS se demoró en llamarle pandemia. Además reforzar todo el sistema sanitario en unas pocas semanas es muy complicado.

Está clara la vulnerabilidad  y facilitad de transmisibilidad ante este virus para el que no tenemos inmunidad, al menos en este momento

¿Con qué sensaciones se trabaja estos días en los que la presión asistencial ya se ha reducido? ¿Debe la ciudadanía mantenerse en guardía y no relajarse?

Actualmente la presión asistencial se ha reducido de forma ostensible.
Todos debemos permanecer en guardia. Está clara la facilidad de transmisibilidad y la vulnerabilidad ante este virus para el que no tenemos inmunidad, al menos en este momento.

Aunque han disminuido los contagios en todas las comunidades autónomas, la infección no ha desaparecido y todavía no está controlada.

¿Teméis, como advierten expertos, posibles rebrotes en otoño o incluso que está situación vuelva a poder producirse si no llega pronto una vacuna?

Creemos que es una infección que todavía no está controlada, porque aunque han disminuido los contagios en todas las comunidades autónomas, no ha desaparecido.
Seguro que hay rebrotes, pero no creemos que se produzcan en la misma magnitud. En primer lugar por las medidas de distanciamiento social, higiene y protección individual con las mascarillas, etc. En segundo lugar porque todo el personal sanitario ya estamos habituados a las manifestaciones del virus

Sonfía González (DUE), Rosa Mª Agudiez, el Dr. Eustaquio Vergara, la Dra. Tere Rubio, y la Dra. Olga Manero

¿A nivel personal que habéis aprendido de todo los vivido estos días?

A nivel profesional, como médicos, ha sido un reto estudiar una enfermedad nueva en la que hemos tenido que actualizarnos casi cada hora dada la ingente cantidad de publicaciones que se han generado en estas semanas. Además con la obligación de filtrar dada  la poca evidencia científica en cuanto a tratamientos y diversas opiniones de expertos.

A nivel personal hemos valorado la soledad y la angustia de los pacientes, y la preocupación de los familiares que apenas podían verlos y que probablemente haya que gestionar de otra manera en el futuro.

¿En qué medida os ha ayudado todo el contexto que se ha generado en torno al trabajo de los profesionales sanitarios?

Todos los apoyos cuentan y nos hemos sentido totalmente respaldados. Particulares, empresas y sobre todo los mensajes de los niños que han sido muy gratificantes.