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La tudelana Irantzu Ortega Martiartu, 14 años de edad, alumna de 4º de ESO en Argia Ikastola es una de las 600 estudiantes becadas por la Fundación Amancio Ortega para cursar sus estudios de primero de bachillerato en Estados Unidos y Canadá el próximo curso.
La aventura de Irantzu empezó por iniciativa propia. Había investigado sobre las becas de la Fundación del fundador del grupo Inditex y les planteó la idea a sus padres, Maite Martiartu y Pascual Ortega. «Les dije que era algo que cumplía los requisitos que pedían. No se perdía nada así que lo íbamos a intentar».
Para poder sumarse a este proyecto hay que ser estudiante en un colegio de España, tener una nota media de 7 en 3º de ESO, un 8 como nota media de inglés y no haber tenido ninguna experiencia de intercambio escolar superior a 6 meses en algún país extranjero. «Luego hay que pasar más pruebas», explica Irantzu. «Una escrita y un audio para calificar tu nivel de inglés, un adulto tiene que escribir una carta sobre tí, tienes que contestar un cuestionario personal en el que tienes que explicar por qué quieres vivir esta experiencia, pasar una entrevista por skype con los trabajadores de la fundación y hacerles una exposición sobre el tema que tu quieras en inglés», relata.
Con la complicidad de su hermana Uxue, que fue la encargada de redactar la carta que hablaba sobre ella, y con la música como tema de su exposición, ya que es estudiante de piano y saxofón en el Conservatorio de Música «Fernando Remacha», Irantzu fue superando todas las fases del proceso de selección para, finalmente, ser una de las 600 estudiantes que se beneficiarán de las becas el próximo curso 2019-2020.
Pese a su juventud tiene claro hacia dónde quiere encaminar sus pasos en el futuro y ésta ha sido una de las motiviaciones que le han empujado a formar parte del proyecto de las becas Amancio Ortega. «Quiero estudiar medicina, me gusta la genética y la óptica, y siempre me había motivado la posibilidad de estudiar en Canadá. También la posibilidad de conocer otras culturas, otra sociedad…».
Tras el sorteo de plazas su destinó final será Estados Unidos, donde además de estudiar el Grado 11, equivalente a 1º de Bachillerato en el sistema educativo español, espera poder continuar con su formación musical. «Quiero seguir con la música y no perder ese año. También probar nuevos sistemas educativos, conocer gente y sentirme partícipe del grupo y de la familia que me acoja», señala.
Su experiencia comenzará a finales de agosto de este año y se prolongará hasta finales de junio de 2020, 10 meses completos fuera de casa en los que los estudiantes no regresan a casa ni en vacaciones de Navidad. «En algún momento echaré de menos a mis padres pero estoy muy decidida», señala la joven que no duda en animar a otros estudiantes a intentar acceder a este programa de becas y vivir esta motivadora experiencia.
Estudiante de altas capacidades
Irantzu Ortega Martiartu es estudiante de altas capacidades. Va adelantada un curso respecto a otros estudiantes de su edad y será una de las más jóvenes en disfrutar de la Beca. Reconoce que los comienzos son complicados al tener que adaptarse a un nuevo grupo y a un nuevo nivel, pero que en su caso la experiencia «está siendo muy positiva».
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