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El Departamento de Cohesión Territorial, a través de la sociedad pública NILSA, ha licitado la segunda fase de la reforma de la depuradora de Cintruénigo, que permitirá mejorar los tratamientos de las aguas devueltas al río Alhama, una de las cuencas más sensibles medioambientalmente de Navarra.
El proyecto cuenta con un presupuesto de 396.830,87 (IVA incluido) y podrán presentarse ofertas hasta el próximo 31 de marzo. Este viernes se ha organizado una visita a la planta para todas las empresas interesadas en la licitación. Se prevé que las obras comiencen en junio y tengan una duración de 6 meses, aproximadamente.
La renovación de la planta, construida en 1996, se centrará en la línea de entrada de agua. Permitirá que la depuradora trate una media de 22 litros por segundo, con un máximo admisible de 250 litros por segundo. El caudal estimado en momentos de fuertes avenidas de agua, como episodios torrenciales, es de 47 litros por segundo en esta zona, por lo que existirá margen de actuación en caso de ser necesario.
La cuenca del río Alhama, una de las más sensibles de Navarra
El responsable de I+D+i de NILSA, Jairo Gómez, recuerda que la cuenca del río Alhama es una de las más sensibles de Navarra por su escaso caudal. En estiaje, el caudal que lleva es principalmente el que sale depurado de las plantas de Corella, Fitero y Cintruénigo, lo que supone que cualquier cambio en el comportamiento de una de esas depuradoras tiene efectos en el río.
Por ello, desde la sociedad pública responsable del saneamiento y la depuración de las aguas se trabaja en actuaciones que protejan la escasa cantidad de agua de esta cuenca. En 2018 se actualizó la instalación de Corella; en 2020 comenzaron los trabajos en Cintruénigo que continuarán durante este año, y entre 2021 y 2022 se remodelará la planta de Fitero.
Reforma de la entrada de agua
La segunda fase de la renovación se centra en la obra de entrada, es decir, en la parte de la depuradora que recibe el agua. La obra se acometerá junto a la actual entrada de agua, sin que ésta deje de funcionar, por lo que la planta seguirá a pleno rendimiento.
En esta nueva fase se construirá una arqueta que permitirá retirar los sólidos que llegan con el agua. Además, se reforzará el bombeo de entrada con dos bombas recién adquiridas y de mayor capacidad que las antiguas.
Por otra parte, se dispondrá de un sistema de tamizado, que favorecerá la absorción del caudal de bombeo, que será mayor porque las bombas tendrán más potencia. Tras este elemento, se instalará un desarenador, que recoge arenas y tierras arrastradas por lluvias. Finalmente, se actuará sobre el decantador, se mejorará el espesador del fango resultante del agua y se mejorarán diversas arquetas que permiten recircular el caudal de unos aparatos a otros.
Una vez finalizada la obra, se desmontarán todos los equipos de la entrada actual, se demolerá un parte y se mantendrá el pozo de bombeo, que pasará a actuar como un elemento que quite arenas y gravas.
El nuevo humedal, en funcionamiento
La renovación de la depuradora de Cintruénigo se dividió en dos fases para no afectar al funcionamiento de la planta y contará con una inversión total cercana a los 900.000 euros. Ambos proyectos permitirán triplicar la capacidad de tratamiento de la estación.
La primera fase se basó en la construcción de un humedal artificial de 4.000 metros cuadrados, que ya está totalmente operativo. Esta laguna, en la que actualmente está creciendo el carrizo plantado, permite retener caudales extraordinarios sin que se viertan al río sin haber sido depurados antes. Esta obra se terminó el pasado mes de diciembre con un coste de 500.000 euros.
Todas las actuaciones que lleva a cabo NILSA se financian con cargo al canon de saneamiento que gestiona la empresa pública y que todos los contribuyentes navarros pagan a través del recibo del agua.
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