La Presidenta del Parlamento de Navarra, Ainhoa Aznárez Igarza, visitó ayer el comedor social Villa Javier, en Tudela. Una cita que tenía pendiente desde que se inaugurara en junio. El proyecto, que cuenta ya con más de 170 voluntarios, ha alcanzado una media diaria de 75 comidas, entre la comida y la cena. Sin embargo esta semana se han llegado a alcanzar los 106 servicios, lo que supone un record según explicaron sus responsables.
El proyecto Villa Javier, surgió hace un año de la mano de la fundación Tudela Comparte, a raíz de los niveles de pobreza que se habían generado en la Ribera de Navarra, entorno al 16%, el doble que la media en Navarra. “Detectamos que en Tudela seguía habiendo personas y grupos en situación de exclusión con carencias en las ayudas o servicios que necesitan, por lo que nos propusimos crear este proyecto, con el objetivo de cubrir esas necesidades”, explicó el vicepresidente de la Fundación, Manolo Campillo Meseguer.
El comedor, que se abrió en junio de este año, ha logrado atender diariamente a una media de 40 personas en situación de exclusión, ofrecen comida y cena, así como ‘tuppers’ para familias cubriendo otras 35 comidas. Esta semana, sin embargo la media se ha superado llegando a dar el lunes 106 comidas, entre almuerzo y cena. Y todo esto con la ayuda de más de 170 personas voluntarias que distribuyen su colaboración en turnos a lo largo de la semana, “tenemos turnos de dos horas, en las horas punta de comida y cena. Además tenemos una persona contratada a tiempo completo que hace tareas de gestión, gerencia, coordinación, pero necesitaríamos poder contratar al menos media jornada a una persona para hacer labores de trabajo social”, explicó el coordinador, David Crespo.
Villa Javier se ha convertido además en un medio para detectar otras necesidades que en numerosas ocasiones acompañan a las personas usuarias. “Surgen otras necesidades ligadas a quienes vienen, desde desalojos, pobreza energética, necesidades infantiles, de ahí la necesidad de tener personal especializado que pueda trabajar esto”, explicó Crespo. En cualquier caso trabajan codo con codo con otras entidades de carácter social, públicas y privadas, “hemos organizado una mesa de trabajo con el Ayuntamiento y Servicios Sociales, Cruz Roja, Banco de Alimentos, grupo impulsor, y esto hace más fácil y ayuda a que funcione”, puntualizó Manolo Campillo. “Es importante para no duplicar pero sobre todo para que nadie se quede sin ayuda. La coordinación era fundamental, y a través de esta mesa lo estamos consiguiendo”, añadió.
Después de un año desde que se iniciara el proyecto, y tras seis meses de puesta en marcha, ya han detectado que faltan recursos, “es verdad que llevamos un año y que estamos teniendo muchas ayudas, sin embargo, y fruto de esas nuevas necesidades que vamos detectando, tenemos en mente nuevas fases de este proyecto, que completarían esas necesidades con el objetivo de lograr la reinserción social de las personas en exclusión que se acercan hasta Villa Javier”, explicó David Crespo. Esa nueva fase necesitaría una nueva inversión de 80.000€, para la que ya están buscando financiación. A ello hay que sumar el presupuesto anual del comedor que ronda los 110.000€.
Un presupuesto que logran gracias a las subvenciones de Ayuntamiento, Gobierno de Navarra, y especialmente a entidades privadas y empresas que creen en el proyecto. Un proyecto sustentado en el patronato de la fundación Tudela Comparte, formado por 15 miembros procedentes de distintas sensibilidades ideológicas, ámbitos sociales y laborales, que junto al voluntariado componen un equipo multicisciplinar, “funciona con mucho compañerismo, el ambiente humano es muy bueno”, explicó David Crespo. En ese esquipo hay psicólogas, coaching, abogadas, que ofrecen servicios de recuperación, clases de castellano e incluso peluquería, “ayudan también de una manera más especializada, en aquellas necesidades específicas”, apuntó Crespo.
La Presidenta, Ainhoa Aznárez Igarza, agradeció el gran trabajo que están realizando en Villa Javier, y animó a continuar con un proyecto que según transmitió «ayuda a que las personas tengan un lugar de referencia, que sienten ya como lo más parecido a un hogar en algunos casos», les transmitió, y se comprometió a hacer lo que esté en su mano para que «el proyecto siga completando las fases necesarias para dar cobertura a las personas que durante tanto tiempo han estado excluidas».