Oscar Vidorreta
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Óscar Vidorreta asumió el pasado año el reto de dar una vuelta a la decoración navideña de la ciudad. En dos años, ha conseguido cambiar la imagen que ofrece Tudela en estas fechas y ha convertido el alumbrado navideño en uno de los grandes atractivos que ofrece la ciudad para los propios tudelanos y quienes nos visitan en estas fechas.
¿Cómo comienza la colaboración con el ayuntamiento y comienza esta proyecto para darle una vuelta a la decoración navideña de la ciudad?
Todo viene a raíz de la decoración que ponía en L’atelier y la sensación que se palpaba en las conversaciones en lo pobre que estaba la decoración en Tudela, sobre todo con la concejala Irune García, que ha sido la persona que más ha creído en este proyecto.
Con el apoyo del resto del ayuntamiento se decidió darle una vuelta. Creíamos conveniente que el alumbrado de la ciudad fuese importante ya que somos centro neurálgico de la comarca. Confiaron el proyecto en mí, y creo que ha salido bien.
¿Con qué criterio y objetivo se aborda la iluminación navideña de la ciudad?
Mi idea ha sido partir de la Plaza de los Fueros como centro de la ciudad y desde ahí crear un criterio decorativo tanto de color como de elementos que, al ser alquilados, podemos cambiar cada año.
El año pasado fueron elementos abstractos con el propósito de no centrar la Navidad en algo exclusivamente religioso Este año se ha creado un arco iris de color que parte de la plaza de modo que cada una de las calles tengan un color que las caracteriza. Yanguas y Miranda el verde, la cuesta del Regio el fucsia, en la Carrera como elemento importante las velas, la calle Muro con los colores plata… es decir, crear un arco iris de color que vaya llegando a los diferentes barrios como ocurre con las bolas de color de la Avenida de Santa Ana y Avenida del Barrio, o los azules y rojos de la zona del Paseo de Pamplona. Todo de modo armónico y que no quede como algo estridente entre una calle y la siguiente.
¿Qué elementos destacaría como más llamativos?
Este año la Plaza de los Fueros se lleva la fuerza principal. Nunca había tenido una decoración tan importante, centrada en el Quiosco en la conmemoración de su centenario. Es el elemento que se lleva toda la fuerza y del que parte el resto de la decoración.
Es un trabajo que disfrutamos durante un mes pero ¿cuándo comienza a prepararse todo?
Comenzamos en el mes de marzo, momento en el que las empresas de iluminación comienzan a enviar sus catálogos. Nosotros percibimos las estructuras y, a partir de ahí, elegir los colores con los que se rellenan estas estructuras. Con el elemento decidido, las medidas necesarias, y los colores, comienzan a preparar la decoración de la ciudad. A finales de agosto está todo cerrado de manera que a mediados de septiembre o principios de octubre la iluminación esté en la ciudad.
¿Qué balance hace de estos dos años en los que la ciudad ha apostado por la iluminación navideña?
Se que nunca puedes agradar a todo el mundo, pero lo que tengo claro, y es lo más gratificante, es que la mayor parte de la población está encantada con la iluminación. El mayor ejemplo de esto es cómo se recibió el alumbrado el día del encendido.