La fuerza de los votos lleva a veces a los políticos a pronunciar frases de éste tenor, por el Sr.Toquero futuro Alcalde de Tudela “Trabajaré por una Tudela grande, por una Tudela libre”.
El Sr. Esparza aspirante a presidir el Gobierno de Navarra, se une al coro del Apocalipsis diciendo lo siguiente “Nos estamos jugando la esencia, el ser como país y el ser como comunidad”.
¿De verdad es esto lo que se espera de los representantes públicos? A mí personalmente, me parecen palabras huecas más propias del miedo que de la realidad que vivimos.
Más allá de ésta introducción para situar el momento que nos toca vivir, lo que de verdad me interesa abordar en ésta reflexión tras el resultado de las elecciones del 26 de mayo, es lo que entiendo se debe hacer desde la izquierda a la vista de los resultados obtenidos.
La fuerza de votos que suman en Tudela la derecha unida de Navarra suma y la izquierda dividida de I-E, Podemos y el resto de candidaturas presentadas ha estado tan equilibrada que, nos deja a la izquierda un escenario propicio para tratar de hacer las cosas de manera que en éstos cuatro años, intentemos ganar de nuevo la Alcaldía de Tudela para la izquierda plural.
Soy una convencida de que la política, es la vida. Nuestras vidas están condicionadas por las decisiones que se toman en el Congreso de los Diputados, en los Parlamentos autonómicos y en los Plenos de nuestros Ayuntamientos.
En política a mi modo de ver, no vale todo, hay que romper con los comentarios sin bases sólidas de tertulias. No es cierto que las personas que deciden dar el paso para presentarse en una lista, estén predispuestas a servirse del esfuerzo y entusiasmo ajeno en provecho propio, como se dice con frecuencia. Creo que la mayoría de las personas que están en política, son honestas.
Sin embargo existe la necesidad de crear mecanismos de mejora de participación, reflexión y compromiso personal para afianzar la democracia y el ejercicio de la política.
Hoy siento que falta enjundia en la explicación, posicionamiento y razonamientos políticos, incluso por aquellas personas que están en la acción y representación pública.
De ahí, la pobreza de argumentos y la estupidez de propuestas que algunas veces tenemos que escuchar de las personas llamadas a representar a la ciudadanía en las instituciones.
Por tanto, la labor que toca en Tudela y con la izquierda en la oposición municipal, es la de recomponerse, tomar la iniciativa y trabajar con aquellas personas y grupos organizados para darle a la política el verdadero valor de transformación social que tiene.
Sin la voz de la ciudadanía, principales afectados por los cambios, ninguna estrategia puede sostenerse en el tiempo.
Hay una responsabilidad individual en todo. La participación ciudadana, es un vehiculo que nos lleva a mejorar para ganar una ciudad más inclusiva, más cuidada, mas habitable, en definitiva una Tudela merecedora de ser vivida.
Es importante no regresar a consignas que recuerdan tiempos que no deberíamos volver a vivir.
La libertad la crea el pueblo y su grandeza la hacen las personas con sus proyectos, su cultura, su sabiduría y sobre todo, con sus ganas de mirar hacia un futuro inclusivo para todos.
Trabajemos desde la izquierda, para que la innovación, el progreso y el crecimiento no se frenen por palabras vacías y sean redistribuidas y disfrutadas con las personas.
Ana Figueras Castellano