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El Paseo del Queiles de Tudela acoge del 5 de septiembre al 2 de octubre algunas de las fotografías más relevantes de la colección «Génesis», uno de los ambiciosos proyectos emprendidos por el artista brasileño Sebastiao Salgado con el que, además de mostrar la grandeza de la naturaleza, quiere llamar la atención del frágil equilibrio sobre el que se sostiene en la actualidad.
Miguel Fernández, comisario de esta muestra y representante de Salgado en España, fue el encargado de esbozar el origen de este proyecto iniciado por el fotógrafo brasileño en 2004 y que durante 8 años le llevó por algunas de las zonas vírgenes del planeta. De este modo, la colección permite al espectador disfrutar de rincones y escenarios remotos pertenecientes a ese 45% de la superficie del planeta tierra que permanece casi inalterada, un mundo que Salgado planificó en 5 sectores para desarrollar su trabajo y centrarse en las zonas del artícuco y el antártico, Africa, los santuarios de Madagascar, Papúa y Galápagos, la Amazonía y los pantanales. Fotografías resultado de 8 años de trabajo, 32 expediciones de dos meses de duración cada una de ellas y que, a modo de anécdota, se inició cuando los carretes fotográficos eran todavía una parte muy importante del equipaje de Salgado.
Las fotografías que estos días se encuentran con quienes pasean por el Paseo del Queiles son obras de gran formato, presentadas sobre un soporte espectacular «con una belleza increíble que nos sirve para tomar conciencia de la fragilidad de la tierra, la importancia de que lo preservemos y transmitamos a las generaciones futuras la necesidad de conservar estos lugares», destaca Fernández.
Bosques. montañas, disertos, icebergs, tribus, animales son los protagonistas de las instantáneas de Salgado, «todo aquello que en la tierra es de una belleza extrema, que da sentido a un equilibrio natural y que al mismo tiempo son elementos frágiles y que corren peligro», ha recalcado el comisario de la muestra que ha recordado que, lamentablemente, algunos de estos lugares, fotografiados por Salgado en 2005 «puede ser que hoy en día ya no se encuentren como los fotografió».
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