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La familia y la jornada escolar

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En los próximos días, muchas familias navarras podrán participar en las votaciones para elegir la jornada escolar para sus hijos. A pesar de que actualmente el 84% de las escuelas han optado por la jornada continua, sorprende que para el curso 2024-2025 el Departamento de Educación haya establecido una jornada partida para todos los centros en ausencia de procesos selectivos. Esto cuestiona la decisión de una amplia comunidad escolar. El consejero sabrá por qué actúa así o qué intereses tiene para hacerlo. ¿En beneficio de quién?

En esta ocasión, en las escuelas en las que vamos a iniciar este proceso, tampoco vamos a tener derecho a tomar decisiones por mayoría simple, reivindicación que hemos venido pidiendo durante todos estos años. Se necesitará el sí del 60% del censo total del alumnado para poder sacar adelante una jornada distinta a la partida. Además, a diferencia de cualquier proceso electoral, la abstención, el voto en blanco y los votos nulos se sumarán a los votos negativos. Esta demanda de establecer porcentajes más justos ha sido asumida por casi todos los agentes de Educación pero no han realizado ningún cambio al respecto.

Como han reconocido el propio Departamento de Educación y los sindicatos, no hay pruebas suficientes ni evaluaciones para afirmar que una jornada escolar u otra sea mejor; ni para afirmar que influya en los resultados académicos. El departamento, a pesar de contar con datos de evaluaciones de estos años, ha preferido no publicarlos.

Resulta sospechoso, que ante una decisión tan importante, después de esperar una supuesta evaluación, sin que haya publicado ningún dato, priorice la implantación de la jornada partida para todas las escuelas.

Aunque es el bienestar de los niños y niñas lo que debe primar en este proceso, una vez más, deja en manos de los intereses y situaciones personales de las familias. Dado que la decisión final que se adopte condicionará, al menos, las vidas de nuestros niños y niñas
durante los próximos cuatro años, proponemos hacer una reflexión más profunda.

Las familias tenemos una gran responsabilidad. Más allá de los intereses individuales y sin perjuicio de los deberes de las/os adultos, hay que dar la importancia que merece a las necesidades de las/os niñas/os. Situando a nuestros menores en el centro de este proceso.

Para ello, debemos entender la infancia desde una mirada basada en el respeto y el amor. Además, como dicen muchos expertos en la materia, más allá de la escuela, compartir un tiempo de calidad en familia es fundamental para su desarrollo integral. ¿Cuántas veces
dicen que ellos también van a trabajar a la escuela? ¿Qué es la escuela para los niños en el día a día? ¿Qué es la vida familiar y la familia? ¿Se trata sólo de pasar tiempo los fines de semana y a la hora de cenar?

Apostemos por las/os niñas/os y la infancia. ¿Qué pasaría si les preguntamos a ellas/os? Seamos sinceros: no es dar pizza o macarrones a elegir todos los días… sino dar  referencia a sus necesidades. Porque nos necesitan a su lado, ¡Seamos sus
referentes!

Porque la educación empieza desde casa y tiene en cuenta las posibilidades de todas/os de manera flexible: vota por la jornada continua!!! ¡¡Di que sí!!

Plataforma a favor de la jornada continua