Sabor agridulce en ANAPEH con las medidas de desescalada anunciadas ayer por el Gobierno de Navarra, en tanto en cuanto suponen un alivio para parte de la hostelería, especialmente para el ocio nocturno, que ve mejorar las condiciones de apertura que tenían hasta ahora. Pero mantener la prohibición del consumo en barra, no eliminar los espacios entre mesas y no acceder a devolver al ocio nocturno su horario habitual sigue dejando a muchas empresas hosteleras en una situación complicada, cuando el 85% de la población ya está vacunada con la pauta completa y el número de contagios está reducido a la mínima expresión.
El ocio nocturno de Navarra da un paso más hacia la normalidad con las nuevas medidas de desescalada anunciadas por el Gobierno de Navarra, pero ese paso es corto y todavía quedan muchos pasos que dar hasta conseguir que este sector vuelva a poder abrir en condiciones que permitan su rentabilidad. Hay que destacar que si la hostelería es el sector más castigado de la pandemia, el ocio nocturno es el peor parado de entre los peor parados. Casi dos años sin poder abrir con unas mínimas condiciones.
Es cierto que con las nuevas medidas podrán abrir hasta las 4,30 h., pero su horario habitual de cierre eran las 6:00 h. Es cierto que podrán ocupar un 60% del aforo, pero con las personas que acudan sentadas, o a lo sumo de píe en mesas altas, sin poder acercarse a la pista de baile y sin consumo en barra su futuro sigue siendo incierto. Como señalan muchos de ellos en un símil muy válido, una discoteca no es un salón de té ni una cafetería, por lo que sus clientes demandan cosas diferentes a tomarse algo sentados en una silla. Además, la distancia entre mesas sigue sin permitir que se complete el aforo del 60% de la mayoría de los locales, lo que hace que el número de clientes que realmente pueden entrar en los locales sea mucho menor.
La hostelería, con ANAPEH a la cabeza en Navarra, ha reclamado muchas veces que si se debe cerrar por el bien común ese cierre debe llevar aparejada una indemnización por un trabajo expropiado para conseguir un bien superior: la salud de la sociedad. Pero esas indemnizaciones siguen sin llegar, de manera especial cuando hablamos del ocio nocturno y de una situación empresarial y personal que bordea la desesperación. Y es que aunque se hayan implementado dos líneas de ayudas, estas no han cubierto en la mayoría de los casos las pérdidas ocasionadas, un porcentaje que se reduce en el ocio nocturno hasta números escandalosos. Nos daba un porcentaje exacto el propietario del Katos Disco de Pamplona, Urko Lazkoz. En su local las ayudas recibidas hasta ahora no han cubierto ni el 8% de las pérdidas acumuladas durante la pandemia. Es cierto que queda una tercera línea de ayudas, pero sus continuos retrasos hacen que si bien podrían llegar a mejorar las cifras, estas puedan llegar tarde, con locales al borde del cierre. Locales que antes de la pandemia eran rentables, solventes y con buenas perspectivas de futuro.
Desde ANAPEH se entiende que se dan las condiciones para abrir y para consumir en barra. Comunidades vecinas como Aragón ya han liberado los horarios y en otras como La Rioja o Castilla León ya se puede consumir en barra, con unos números pandémicos similares a los de Navarra. ¿Por qué aquí no?
ANAPEH pide una vez más a las autoridades de Navarra que se den pasos que permitan realmente volver a una situación de cierta normalidad, medidas acordes con el momento actual y que pasan, como decimos, por recuperar los horarios normales, el consumo en barra, la disminución o eliminación de las distancias entre mesas y la apertura de las pistas de baile.