Espectáculo fin de curso en el teatro Gaztambide. Foto Santiago Fernández
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Alrededor de 130 alumnos de la Escuela de Danza y Teatro “Ángel Martínez” de Tudela retoman esta semana sus estudios de ballet, danza contemporánea, hip-hop y teatro con el reto de seguir creciendo, consolidar la cantera de bailarines en la Ribera y seguir luchando por el reconocimiento de la danza como profesión.

La bailarina Ariadna Llussà Sanz es desde hace tres años la responsable de conservar y hacer crecer el legado que el bailarín y actor Ángel Martínez dejó en Tudela con su escuela. Con una amplia trayectoria profesional en el mundo de la danza reconoce que la docencia no formaba parte de sus planes “pero al llegar a Tudela me encontré con alumnos muy bien formados, con grandes capacidades, un legado increíble que hubiera sido de locos dejar morir”. Con el importante apoyo de la Apyma asumió el reto de dirigir una Escuela a la que ha puesto su imprenta de disciplina y respeto hacia la danza y el arte. “La danza es mucho más que una actividad física. Todos somos conscientes de que es complicado llegar a ser bailarín profesional, pero a nivel humano es una formación que marca unos valores de esfuerzo y disciplina que deja una imprenta muy importante en la persona que no se puede comparar con nada”.

El cursos de danza y teatro , al que acuden alumnos y alumnas desde los 4 a los 18 años, y que mantendrá abierta su matrícula a lo largo de todo el mes de septiembre, comienza con algunas novedades, explica la directora de la Escuela de Danza “Ángel Martínez”. “Todos los alumnos van a tener al menos dos días de clase a la semana porque consideramos que a nivel educativo es la mejor formación que podemos ofrecer de manera continuada y estructurada “. Además la escuela va continuar trabajando con la Royal Academy de Londres para que los alumnos puedan examinarse y obtener un título reconocido a nivel europeo y mundial.

Aunque cualquier momento es bueno para descubrir este arte, la edad ideal para iniciarse en la danza, comenta Ariadna Llussà son los 4 y 5 años, “edades en las que los pequeños y pequeñas tienen capacidad para poder disfrutar de este arte y responder a todos aquellos objetivos que nosotros les proponemos trabajando aspectos como la psicomotricidad, la postura corporal, la musicalidad y la relación con el entorno”. No obstante, matiza, “también tenemos muchos alumnos adultos, personas que habían de bailado o que no habían tenido oportunidad y que con 50 años han decidido que éste es su momento y quieren invertirlo en aprender danza”.

Para aquellos padres y madres que con el comienzo de curso se planteen donde invertir el tiempo extra escolar de sus hijos e hijas, la directora de la Escuela de Teatro y Danza no duda en poner como ejemplo su propia experiencia. “Siempre he pensado que el mejor regalo que te pueden hacer unos padres es tu formación. Una cosa que siempre he agradecido a mis padres es que me llevaran al conservatorio, a piano, a ballet, porque al final es lo que queda en el tiempo y te llena como persona.

Además de la formación reglada de los estudios de danza clásica y contemporánea, la Escuela cuenta con un departamento de teatro que dirige Carolina Ruiz Marcos, Hip-hop de la mano de Celia Rueda. Un equipo de profesores muy preparado y con muchas ganas de ofrecer la mejor formación a nuestros alumnos.