La Agro Industria del Valle del Ebro ya está en alarma por la escasez de lluvias y los próximos meses pueden ser muy difíciles si los embalses no se llenan para el abastecimiento global. Así lo ha puesto de manifiesto la Comunidad General de Usuarios del Canal de Lodosa en una reunión que ha mantenido esta mañana en Tudela, en el salón de actos de la Mancomunidad de la Ribera.
Un encuentro en el que han intervenido Miguel Legarre Resano, Felix Belío Huguet y Jorge Salcedo Ciria, presidente, vicepresidente y secretario, respectivamente, de la Comunidad General de Usuarios del Canal de Lodosa, además de Julián Brihuega Jiménez, ingeniero de la Confederación Hidrográfica del Ebro. Este último ha informado que el volumen embalsado a fecha 31 de marzo en el Embalse del Ebro era de 216 hectómetros cúbicos y que en la misma fecha de 2022 alcanzaba los 382 hectómetros cúbicos, habiendo un descenso, por lo tanto, de166 hectómetros cúbicos.
Brihuega ha apuntado que es posible que, el próximo mes de mayo, el Embalse del Ebro tenga unos 255 hectómetros cúbicos y que el consumo normal para la agricultura es de 230 hectómetros cúbicos con el apoyo de Itoiz, Alloz y los embalses de la Rioja. En este sentido, ha hecho unas previsiones, que podrían cambiar en función de las lluvias, según las cuales de los 238 hectómetros cúbicos calculados para las próximas semanas, 186 serían para el campo, en el peor de los casos.
Ante esta situación, el ingeniero ha recordado que en el Eje del Ebro que comprende los canales de Lodosa, Tauste e Imperial, por ejemplo, se riegan 37.042 hectáreas y que el total del Valle del Ebro son 112.000 hectáreas. Con estas cifras, si se toma como referencia los 186 hectómetros cúbicos de previsión para el riego, los usuarios podrán disponer entre 1.700 y 2.000 metros cúbicos por hectárea para regar sus cosechas.
Miguel Legarre Resano, presidente de la Comunidad de Regantes del Canal de Lodosa, ha matizado que estos datos serían aplicables a partir de la apertura de las compuertas para el desembalse.
Los usuarios han expuesto su gran preocupación porque reconocen que el panorama es «muy alarmante» y han pedido a la Confederación Hidrográfica del Ebro que haga un exhaustivo control del uso de las aguas para el riego, sancionando a los furtivos que no respeten las normas establecidas. «El próximo invierno puede ser un invierno sin verduras en la Ribera», concluye Felix Belío Huguet, vicepresidente de la Comunidad General de Usuarios del Canal de Lodosa.