Inicio Cultura La cobardía, quinto libro de poemas de Víctor Angulo

La cobardía, quinto libro de poemas de Víctor Angulo

-- Publicidad --

[ihc-hide-content ihc_mb_type=»show» ihc_mb_who=»4,5,6,7,8,9″ ihc_mb_template=»2″ ]El tudelano Víctor Angulo acaba de publicar La cobardía, su quinto libro de poemas. Angulo, profesor del IES Benjamín de Tudela, ha sido Premio Nacional de poesía «Fundación Miguel Hernández» y en este libro retrata la vida, desganada y severa, de quien habita la periferia industrial de las ciudades. Hablamos con él sobre su nuevo trabajo.

¿De qué habla en La cobardía?
La cobardía es un libro que ha continuado la senda de mis dos anteriores publicaciones. Cuando se publicó Street View a finales de 2019 sentía que todavía me quedaban cosas por decir. Tenía que abordar los centros de producción y consumo en su totalidad y había aspectos que no había tratado, como la desolación de las parejas que los frecuentan. Quería retratar los polígonos como una experiencia vital. Los polígonos son lo único nuevo que hemos creado como sociedad. Son el espacio en que muchas personas desarrollan su vida, y no sólo laboral, y además son nuestra aportación a la Historia.

¿Por qué ese título?
La cobardía toma el título de un poema del libro que lleva el mismo nombre. Termina así: “Contra el miedo, la incertidumbre / y el paso del tiempo todo vale. / También la cobardía.” La cobardía es una actitud tan valiente y necesaria como aquella otra más heroica; seguramente guarde relación con el carácter y la edad, pero es que con los años uno prefiere la observación a la acción.

Sin conciencia del tiempo no habría poesía, y esto es algo que uno comprende cuando deja de ser joven

¿Qué le lleva a escribir poesía? Porque ahora hay bastante gente que se ha lanzado a escribir novela, pero poesía es algo mucho menos habitual…
Precisamente hablando de años, la poesía existe porque existe el tiempo. Sin conciencia del tiempo no habría poesía, y esto es algo que uno comprende cuando deja de ser joven. En poesía sólo hay un tema, que es el paso del tiempo, y si se quiere, la identidad, la relación del yo con el tiempo, la actitud que asumimos ante la vida y dentro del propio poema.

La relación que se establece con la literatura es la que quizá haya hecho que me haya alejado de la ficción. Con la novela me ha pasado como con muchos amigos, que cada vez nos vemos menos. La novela cada vez me interesa menos, esta es la realidad. A partir de los cuarenta, como decía Josep Pla, no se pueden leer novelas, y las que me interesan son las novelas autobiográficas como las de la reciente Premio Nobel Annie Ernaux.
No es que me lleve mal con la ficción, como dicen algunos escritores, ni que no nos hablemos, simplemente es que en la mayor parte de las ocasiones me aburre. Hay excepciones y voces relevantes como las de Jon Bilbao o Sara Mesa, pero en general mi interés por la ficción ha menguado con los años.

Cuando uno se enamora de ella, ese amor es para siempre. Con la poesía no caben términos medios, o se quiere o se odia

¿De dónde le viene esa afición o esa pasión?
De todas mis lecturas sólo he sido fiel a las de poesía. Cuando uno se enamora de ella, ese amor es para siempre. Con la poesía no caben términos medios, o se quiere o se odia. Tiene pocos lectores, pero fieles. Cuando se descubre la poesía es para siempre. Pero es que además su valor radica precisamente en esto; de lo contrario hubiera perdido su esencia y el mercado la hubiera corrompido.

En el mundo en el que vivimos hay que saber diferenciar lo que es literatura y de lo que no. Los lectores de poesía no son manipulables por el mercado; sus gustos no siguen el catálogo de novedades de las editoriales. Me hago eco de las palabras de Ignacio Echevarría en que hablando de la importancia de leer en un artículo de El Cultural concluía así: quien lee idioteces, se idiotiza. Y esta es la realidad. Leer no siempre es bueno. Hay que saber diferenciar.

¿Cómo definiría su estilo?
En cuanto a mi estilo, en todos mis libros conviven dos líneas poéticas muy distintas: una más épica y otra más íntima; la poesía urbana con la rural, los poemas de largo aliento con los susurrados al oído, el afecto y el cariño con el desarraigo, la cercanía del campo con los no lugares. La cobardía no es una excepción. Soy lo que escribo y me voy filtrando en los libros de esta manera. Y en esta filtración además voy depurando cada vez más el estilo y el lenguaje. Siempre he buscado la claridad y la sencillez en mi poesía. En un poema, como en un pozo, se tiene que ver el fondo. El fondo es el sentido, y solo cuando el agua está clara se puede ver el fondo.

La cobardía tiene distribución nacional. En Tudela se puede encontrar en Letras a la taza.[/ihc-hide-content]

Otras noticias de interés:
La 3ª planta del Hospital de Tudela retomará la normalidad el 1 de diciembre