Un pino piñero (Pinus pinea), árbol característico del cementerio de Corella, con más de 150 años de antigüedad y cerca de 20 metros de altura, cayó el pasado 30 de septiembre sobre nichos y sepulturas produciendo diversos daños materiales.
Las tareas de limpieza han comenzado este martes, reduciendo con medios mecánicos poco a poco el pino. Estas tareas se espera que concluyan en un par de días.
Una vez retiradas todas las ramas y el tronco, se podrá hacer una valoración ajustada de los daños y se dará un parte correcto al seguro del Ayuntamiento. Inmediatamente después se comenzará con la reparación de nichos y sepulturas. Se espera que estén terminados todos los trabajos de reparación, antes de la festividad de Todos los Santos.
Además, se ha encargado un estudio de cómo se encuentra de salud cada pino y los riesgos para la seguridad de las personas que conlleva su estado de todos los pinos de estas dimensiones que hay en el cementerio, así como también de los dos grandes pinos que se encuentran en los jardines del centro de salud de Corella. Estos dos últimos pertenecen al Gobierno de Navarra. En todos ellos se actuará, eliminándose en todo o en parte, si así lo recomienda el informe.