Uno de los grupos de menores con los que trabaja la asociación
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La Asociación SEI; Servicio Socioeducativo Intercultural, ha comenzado a trabajar en Tudela de la mano del Centro Lasa para poner en marcha un grupo de voluntarios que ayude a adaptarse a su nuevo entorno a unos 40 menores que han llegado a Tudela y Fontellas en los últimos meses.

La Asociación SEI comenzó su actividad en Pamplona hace 20 años, con la llegada de los primeros adolescentes migrados que se incorporaban a las aulas. Enseguida sus profesores y profesoras detectaron que las diferencias entre los sistemas educativos de origen y de acogida eran muy diferentes y que se requería un esfuerzo añadido para igualar los niveles. El profesorado fue el primero en ponerse manos a la obra pero lo que inicialmente surgió como un apoyo escolar, pronto se convirtió en un programa más global que iba más allá de los estudios y se adentraba en proceso de duelo que acompaña a un joven adolescente por el proceso migratorio que protagoniza en primera persona. «La asociación está especializada en acompañar esos procesos, porque si tú estás bien puedes hacer frente a todo el aluvión de cosas se te presenta en estas situaciones haciendo que estas personas que acaban de venir puedan tener un acompañamiento que les apoye en su adaptación e incorporación al nuevo entorno. Para ellos es muy importante que se sientan acogidos y hacer que sean parte de aquí.», explica Maite Ziganda, coordinadora de la asociación.

Los jóvenes forman parte del grupo de menores no acompañados que han llegado a Navarra en los últimos meses, un grupo de 275 jóvenes que suponen un nuevo reto para la sociedad ya que, asegura Ziganda, «nunca habíamos vivido una cosa así y no había llegado un grupo tan numeroso». Con la llegada de estos menores, desde el Departamento de Derechos Sociales de Gobierno de Navarra, como responsable de la tutela de estos menores y responsable último del programa de acogida a menores migrantes no acompañados, se puso en contacto con la Asociación SEI para hacer el encargo de acogerles y acompañarles en la incorporación a su nuevo entorno.

Para que se sientan acogidos, la asociación ha planteado un trabajo con los menores en grupos reducidos, de 7 a 8 jóvenes, de distinta procedencia, un día por semana. «Se trata de juntarnos en torno a una mesa personas de Tudela, de toda la vida, y otros que no son de toda la vida y acompañar a estos chicos que acaban de venir a adaptarse a los nuevos entornos, aprender castellano, compartir culturas, compartir experiencias y escucharlos».

En Tudela, el encuentro será en Centro Lasa, los martes de 17:00 a 19:00. Para ello necesita de la complicidad del voluntariado de la ciudad, al que aportará la formación inicial necesaria para poder conocer a los jóvenes y a qué necesidades se enfrentan. Las personas interesadas en sumarse al proyecto pueden contactar con la asociación en el teléfono 673 32 94 49; remitir un correo electrónico a gestion@asociacionsei.org o contactar a través de su web asociacionsei.org. «Todo el voluntariado se encuentra un día a la semana, ya que nunca les dejamos solos, sino que cuentan con el acompañamiento de la asociación en todo el proceso para valorar como están y cómo ven a los chavales», explica Ziganda.

Chavales con ganas de aprender

La experiencia y la trayectoria de la Asociación SEI les lleva a afirmar que se trata de jóvenes con ganas de aprender. «Son chavales con ganas de trabajar, con ganas de estudiar, con ganas de tener amistades, de pertenecer. Muchos de ellos tienen la responsabilidad de ayudar a su familia en origen. Son familias que tienen a este hijo como el inicio de un proceso migratorio, son su unión con Europa y están muy responsabilizados por ayudar a su familia. También son jóvenes que tienen aficiones o practican deportes, de ahí la importancia de que las distintas asociaciones y clubes de la ciudad también les abran sus puertas», relata.

Ziganda reconoce que hay un gran desconocimiento sobre estos menores que proceden mayoritariamente del Magreb y el África Sushariana.  «Los movimientos han sido una constante en la historia y estos menores merecen una oportunidad. Son menores y están en una situación de vulnerabilidad especial pero, en cambio, no quieren que se les trate como vulnerables. Quieren formarse, estudiar, aportar y devolver a la sociedad navarra lo que le está dando».

Ahora es el turno de Tudela, reclama la coordinadora de la Asociación SEI. «Una de las cosas buenas de la ciudad es que tiene muchos recursos que se han ido creando con el paso de los años. Tudela es una comunidad que ha sabido tejer y responder a las necesidades de la población».

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