Gloria, la protagonista, y el director y actor tudelano Josean Mateos
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El actor y director tudelano Josean Mateos vuelve a subirse a los escenarios con «Gloria Bendita» un espectáculo de títeres para adultos en el que tres personajes se embarcan en un texto emocionante, íntimo y poético que, asegura, supone una propuesta muy arriesgada. «Nunca me había expuesto tanto delante del público. Estoy seguro de que la gente que gusta de teatro saldrá contenta».

Han pasado casi cuatro años desde que el público tudelano pudiera ver a Josean Mateos en su faceta de director al frente de «Yerma». Esta obra supuso el primer paso del joven actor y director que, desde que terminará su formación en la Escuela de Arte de Corella, ha desarrollado su carrera en Zaragoza. «Allí estrené mi segunda obra de teatro como director, «Sin Reservas», una comedia original ambientada en la hostelería que he tenido la suerte de mostrarla por diferentes puntos del país ¡y todavía pulula!», explica.

Con el viento en popa y un rumbo marcado por los acontecimientos, Josean se topó de lleno con la pandemia y todo lo que ello ha supuesto para el mundo de la cultura. «He vivido una montaña rusa de emociones», reconoce. «Pasé por sentirme en la mejor etapa de mi vida, a una de las peores. Necesito mucha disciplina para llevar una vida equilibrada y fueron muchos cambios, muy rápidos y bruscos».

Leer, pasar tiempo con su perra, ver y descubrir todas las películas y series pendientes o meditar fueron algunas de sus escapatorias en este tiempo tan complicado para todos. «Luego vuelta a la realidad: Se acaba el estado de alarma, vuelves al trabajo y a las consecuencias del parón. ERTES, cambios de horarios en el trabajo y no tener un duro en el bolsillo… De estar totalmente dedicado a ti, pasas a llevar un ritmo de vida enfocado en reajustar todo a tu ‘nueva normalidad’. Terminé con una depresión importante», confiesa. «Lo pasé fatal y tuve que cambiar de piso. Fue una hostia muy grande de realidad. La vida que llevaba no me iba a colocar en el lugar al que quiero llegar. Así que paré, acudí a profesionales de la salud mental y me puse en tratamiento. Y con ganas e ilusión por lo que viene, salí de ahí. Y tras mucho trabajo, aquí estamos».

De todo se aprende y la experiencia, pese a su crudeza, le ha servido al director y actor para encontrarse a sí mismo y reorientar su rumbo. «Ahora sé hacia donde quiero ir en la vida. Que está muy bien saberlo, y supongo que eso es lo que he aprendido: Que una vez sabes lo que quieres ¡hay que ir para allá!».

El actor tudelano es el encargado de dar vida a los espectaculares personajes de «Gloria Bendita»

El primer fruto de esta decisión son su nueva productora teatral y dos montajes, una comedia que aborda como director y el espectáculo que podrá verse en Tudela en el centro cívico de Lourdes el 25 de marzo. «Quería crear algo diferente. Estoy muy cansado como espectador de que nos vendan lo mismo de siempre y los títeres para adultos me fascinan. Es cierto que no es algo muy comercial, pero siempre digo que quiero hacer el teatro que me gustaría ver. Contemplar cómo un ser inanimado y frío cobra vida, pero si está bien ejecutado, entras en la historia ¡me vuelve loco! ¡Vuelvo a ser niño! Vuelvo a tener un momento para mí como espectador. Y eso es impagable», asegura.

Siempre inquieto, con sus ideas trata de dar respuesta a un arte y un teatro que considera en perpetua crisis. «Qué menos que ofrecer algo nuevo, evolucionar, y contar historias que emocionen. He mezclado los títeres con la interpretación actoral a la que estamos acostumbrados para contar una historia diferente. ¡Que no lo he descubierto yo! Pero cuando salgo de una obra y se me olvida en un par de días o en una semana, algo no funciona. Cuando salgo habiendo visto algo nuevo, que me sorprende, me conmueve, me hace reír desde la verdad o el ingenio, me lo guardo. Si me creo lo que veo, eso inspira, y trasciende».

Además con el estreno de «Gloria Bendita» Josean se reencuentra con su faceta de intérprete, un reto gigante, reconoce con algo de miedo. «Hace 4 años que no interpreto y además es algo en lo que me he metido yo solito. Pero no soy titiritero, soy actor. Trabajo el títere desde la admiración y el respeto más absoluto a los maestros titiriteros. Es una técnica que me parece dificilísima. Pero el resultado es asombroso», concluye.

Las entradas para este espectáculo pueden adquirirse de manera anticipada en la Escuela de Teatro y Danza «Ángel Martínez» de Tudela, centro educativo al que el actor ha querido agradecer la implicación con su nuevo proyecto.

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