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Javier Melus protagoniza en la Casa del Almirante la exposición «Pop Art» con una colección de 36 obras que impactan por su colorido y sus protagonistas, iconos del mundo del cómic acompañados de elementos cotidianos del mundo de la publicidad y el diseño gráfico.
Modelo, deportista, entrenador personal y artista, Melus ha recorrido en esta vertiente un largo camino que le llevó hace algunos años ha descubrir el Pop Art y quedar atrapado por su esencia hasta convertirlo en el estilo que le caracteriza. «Mi primera exposición en Tudela la realicé con 18 años, participando en una exposición conjunta sobre las calles de Tudela, el Bocal, las Bardenas, el Corazón de Jesús. En un momento dado descubrí el Pop Art americano, Basquiat, a grupo crómica, y en cuestión de pocos años comencé a cambiar la Bardena por el bote de colón», recuerda.
Sus obras se presentan siempre sobre madera, protagonizadas por la iconografía típica del pop art. Melus reconoce influencias del diseño gráfico, la televisión, la música y sobre todo el grafiti. «Es un arte que me fascina. A los 57 años no me veo grafiteando muros, pero si volviese a nacer sería grafitero», confiesa.
Sus obras son llamativas y su colorido atrapa al espectador. «Me gusta la carga visual del cuadro y me siento a gusto trabajando con el spray. La calle es donde me fijo, la moda, los frikis. Yo creo también que hay que ser un poco friki para pintar a Blancanieves con un bote de colón».
Su obra ha viajado a Dubai, Alemania, Suiza, Mexico, Luxemburgo, París. «Tengo la suerte de que el Pop Art está de moda. Las galerías de París están llenas de Mickey Mouse, el Pato Donald y Superman. Creo que soy un privilegiado. Me gusta lo que hago, pinto lo que me gusta y encima le gusta a la gente», comenta.
Tras pasar por Tudela, la colección de Javier Melus podrá verse en el Restaurante Chicote de Madrid, en Marbella o en Paris.
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