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El presidente de UPN y líder de Navarra Suma, Javier Esparza, afronta 2021 con el objetivo de “seguir trabajando en beneficio de las personas, del bienestar social, del progreso de nuestros pueblos y ciudades y del futuro de Navarra y por supuesto de la Ribera”. Para lograrlo reconoce que habría sido muy positivo que el PNS-PSOE de María Chivite hubiera aceptado el ofrecimiento que le realizó su formación “ofreciendo estabilidad en lo que queda de legislatura para que Navarra no dependa de las políticas nacionalistas y de Bildu. Un gesto de generosidad y responsabilidad no lo ha tenido ninguna formación política en España y ante el cual el PSN nos descalificó, nos mintió y optó por Bildu”, lamenta.
¿Cómo valora el gobierno y las políticas de la presidenta Chivite respecto a la Ribera?
Estoy convencido de que una amplia mayoría de la población de la Ribera rechaza el pacto al que ha llegado Chivite con Bildu, un pacto que dijo que no llevaría a cabo.
En este año y medio no hemos visto una política específica para favorecer el desarrollo de la Ribera, que es una de las zonas de Navarra con mayores problemas desde el punto de vista del empleo y la cohesión social.
Prometió el tercer centro de salud en Tudela y ahora no lo cumple; prometió la carta de capitalidad para Tudela y ahora no lo cumple; prometió el desarrollo del TAV y se va a frenar; le parecía mal subir los impuestos a la clase media y trabajadora, a los autónomos, a las familias con hijos y hemos visto cómo acaba de dar otra vuelta de tuerca a la presión fiscal para los hosteleros, los agricultores y ganaderos, los transportistas, los taxista y en general todos los autónomos. Se manifestó con muchos riberos para defender que no nos impongan el euskera y ahora hace lo mismo que Barkos y, por último, compartió pancarta con nosotros defendiendo los símbolos de Navarra, pero ahora se debe a los que quieren hacer que Navarra acabe engullida dentro de la República Vasca y a los que tienen como bandera la ikurriña. Sus políticas las deciden Geroa Bai-PNV y EHBildu y, por tanto, la Ribera saldrá malparada.
¿Qué sensaciones le trasladan los alcaldes de Navarra Suma y qué tipo de acciones y políticas le están demandando que impulse en el Parlamento?
La sensación es la de sentirse abandonados y la de tener frente así a un gobierno que está atado de pies y manos al independentismo vasco.
El Gobierno está actuando de forma sectaria en muchos asuntos, pensando solo en sus Ayuntamientos, y dejando sin información a los alcaldes de otras formaciones políticas, como ha ocurrido con la gestión de la pandemia.
Los alcaldes de Navarra Suma se sienten abandonados por un gobierno atado de pies y manos al independentismo
Los fondos que han recibido los ayuntamientos para afrontar los gastos y las pérdidas derivadas de la Covid han sido insuficientes. Además, no hay en 2021 un plan de inversiones locales que atienda de manera objetiva las necesidades de todos los municipios.
En definitiva, la sensación es la tener un Gobierno que mira el color político antes que las necesidades de los ciudadanos.
En su día denunció que presupuestos de Navarra no son los que necesita la Ribera, ¿qué necesidades y proyectos que deberían estar recogidos y se han quedado fuera?
La Ribera necesita un impulso económico y mejorar su sistema sanitario. Respecto a esto último, hay que hacer una apuesta de verdad tanto en infraestructuras como en recursos humanos. Se necesita mejorar los servicios en el Hospital Reina Sofia para evitar viajes a Pamplona a los pacientes, es necesario el tercer centro de salud en Tudela, es fundamental hacer una apuesta clara por la atención primaria que garantice servicios fundamentales que se han puesto en cuestión como la pediatría.
Desde el punto de vista económico, además de ese Plan de Empleo, la Ribera necesita captar empresas que generen empleo y para ello debe ser un territorio competitivo y debe haber ventajas para que se implanten las empresas aquí.
Es esencial la apuesta por el desarrollo de UPNA para que sirva de motor a los jóvenes de la zona.
Tudela debe tener la Carta de Capitalidad y el TAV tiene que tener una parada en la capital de la Ribera porque eso conectará a la sociedad ribera y a sus empresas con el resto de España y de Europa.
Y por último basta ya de marear a la Ribera con el desarrollo de la segunda fase del Canal de Navarra: es necesario, es urgente, es indispensable y no puede verse frenado por los acuerdos del PSN con EHBildu.
A la vista de que la Carta de Capitalidad para Tudela no se materializa ¿tienen prevista alguna hoja de ruta para que pueda ser una realidad más pronto que tarde?
La Carta de Capitalidad es otro ejemplo de cómo el PSN dice una cosa en campaña y luego no la cumple. Y que no se conceda es también una de las consecuencias del pacto PSN-Bildu. Esperemos que el Gobierno cambie de actitud en este tema porque es cierto que Tudela asume servicios de los que no solo se benefician los vecinos de Tudela, sino el conjunto de habitantes de la Ribera, por lo que es de justicia que el Gobierno colabore con la ciudad para sufragarlos. Mano tendida, desde luego, la va a tener por parte del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Tudela. Pero, de la misma forma, ya adelanto que no vamos a aceptar un ‘no’ como respuesta y que si hace falta movilizar a los tudelanos no lo vamos a dudar un segundo. Ojalá el Gobierno esté a la altura.
No vamos a aceptar un no como respuesta
A finales de año conocíamos la apuesta que va a hacer el Gobierno respecto al Canal de Navarra, ¿cómo la valora? ¿qué le reclama al Gobierno para que el proyecto pueda estar en marcha cuanto antes?
Nos congratulamos de que, por fin, se optara por una alternativa y que se eligiera la que nosotros defendíamos. A partir de ahí, lo que exigimos al Gobierno es celeridad para seguir con los trámites necesarios para su inmediata construcción, y aquí es donde tenemos serias dudas.
De hecho, la dotación prevista en los presupuestos de 2021 para la puesta en marcha de esta obra y ejecución lo antes posible es claramente insuficiente, por lo que hemos pedido sin éxito incrementar en 1.100.000 euros la consignación con el objeto de poder realizar el PSIS, la Declaración de Impacto Ambiental y el estudio de definición de las áreas regables.
Además, es fundamental que la competencia para su desarrollo deje de estar en el departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente que dirige Geroa Bai. Nosotros creemos que dejar la segunda fase del Canal en manos del nacionalismo vasco va a suponer un obstáculo y un freno para las obras teniendo en cuenta que la izquierda radical aberzale nunca ha creído en este proyecto. Muy al contrario, han tratado de boicotearlo.
¿Considera que desde el Gobierno de Navarra se está dando un trato distinto a las localidades riberas gobernadas por Navarra Suma?
A los hechos me remito y ya lo he explicado antes. A modo de ejemplo, el PSN no ha apoyado ni una sola enmienda en los Presupuestos Generales de Navarra propuestas por Navarra Suma para actuaciones en localidades donde gobernamos. Ni una sola. Ahora bien, sí se han aprobado enmiendas a Bildu para hacer inversiones para otros ayuntamientos y zonas que, casualmente, no están en la Ribera.
María Chivite siempre ha defendido que no podía haber una Navarra a dos velocidades. A la vista de los indicadores económicos, sociales, presupuesto, proyectos… ¿se ha hecho algo para solucionarlo y reducir la brecha que actualmente separa los indicadores de la Cuenca de Pamplona (o la media de Navarra) con los de la Ribera?
Este Gobierno está haciendo las mismas políticas del cuatripartito nacionalista de la pasada legislatura y, en ese contexto, la Ribera pierde.
La Ribera necesita captar empresas y para ello debe haber ventajas para que se implanten aquí
La discriminación lingüística contra los que no saben euskera para ser funcionarios, la gran mayoría de la Ribera, se mantiene. Desde UPN llevamos años pidiendo un Plan de Empleo específico para la Ribera y este Gobierno, como el anterior, dice que no. Hay zonas dentro de la Ribera que requieren un impulso urgente en materia de creación de suelo industrial y generación de puestos de trabajo, pero el Gobierno no se implica.
El Gobierno en lugar de atraer empresas las ahuyenta con su política fiscal y se van a Aragón, La Rioja, Madrid o el País Vasco. Y no digamos nada ahora con la ley sobre deslocalización empresarial que se ha aprobado recientemente a citado de Bildu.
De seguir así, este gobierno va a consolidar el frenazo que el nacionalismo vasco dio al desarrollo de la Ribera en la pasada legislatura.
Su formación podía haber puesto en valor a sus dos parlamentarios en la negociación de los presupuestos generales del Estado y haber sacado algún beneficio para Navarra y la Ribera como han hecho en otras ocasiones y que esta vez han hecho otras formaciones (le dejo al margen los nacionalismos e independentistas) como el Partido Cántabro o Teruel Existe. ¿Por qué?
Le agradezco el reconocimiento, es verdad que en 2017 y 2018 negociamos los presupuestos con el PP y obtuvimos desde UPN cuestiones relevantes para Navarra y para la Ribera.
Las obras del TAV que se ven en la autopista se están desarrollando porque lo exigió UPN; la gratuidad de la autopista para viajes en el día, aunque luego el Gobierno de Navarra haya impedido que esa gratuidad sea total; o los millones de euros para limpiar el Ebro. También, la redacción del proyecto de la segunda fase del canal que, de no ser por nuestro acuerdo, hoy no estaría hecho. Y podría seguir.
En esta ocasión el PSOE no nos ha llamado para negociar los Presupuestos del Estado y poder introducir esas cuestiones de las que usted habla. En cualquier caso, también quiero dejar claro que comparto junto a miles de socialistas que no se puede dar las llaves de la gobernabilidad de España y de Navarra a quienes quieren romper España y acabar con la Navarra en la que vivimos hoy. Para nosotros, esta es una razón de peso para no apoyar los Presupuestos de PSOE y Podemos.
¿Qué está aportado esa apuesta con el PP y Ciudadanos a UPN?
No se trata de lo que aporta a UPN, lo importante es qué aporta a la sociedad navarra. Conformar Navarra Suma es poner en primer lugar a los navarros, olvidarnos de intereses de partido, y pensar por y en lo mejor para esta tierra.
Y, afortunadamente, obtuvimos el respaldo mayoritario de la sociedad navarra reforzando nuestro proyecto y siendo con más diferencia todavía la primera fuerza política en esta Comunidad. Este respaldo ciudadano nos dio el 40% de los escaños del Parlamento e hizo que más del 55% de los navarros se encuentren hoy gobernados por alcaldes o alcaldesas de UPN, entre ellos, en la Ribera, los que viven en Tudela, Cintruénigo, Cascante, Villafranca, Ablitas, Fustiñana, Valtierra, Fitero, Cadreita y Monteagudo. Y algo muy especial, de lo que me siento particularmente orgulloso: volvimos a tener una mayoría absoluta en Tudela y recuperamos la alcaldía de la segunda ciudad más importante de Navarra, además, claro está, de Pamplona.
Cuantitativamente, ¿creen que esta coalición aporta unos votos indispensables para poder volver a gobernar en Navarra y cerrar las puertas a otros posibles pactos en el futuro?
La legislatura anterior el cuatripartito nacionalista-independentista tenía mayoría en Navarra, 26 parlamentarios. Después de las elecciones de mayo de 2019 pasó a tener 19. La unión de Navarra Suma y el PSN pasó de tener 24 a 31 parlamentarios. El mandato de los navarros fue claro: no querían más políticas del cuatripartito y nos dijeron que pasáramos a gobernar los constitucionalistas. Si hoy tenemos en Navarra el gobierno que tenemos es porque el PSN lo ha querido, y nada tiene que ver la conformación de Navarra Suma. La dirección del PSN optó por aliarse con el PNV, es decir, el centroderecha nacionalista vasco, y con Euskalherria Bildu, la izquierda radical abertzale, la misma que sigue sin condenar el pasado terrorista de ETA y sigue haciendo homenajes a asesinos cuando salen de la cárcel, la misma de la que Chivite renegaba antes de las elecciones y con los que dijo que no pactaría porque, cito textualmente, ‘sus estándares éticos están bajo cero, por no condenar la violencia y por no respetar la normal convivencia ni tampoco los instrumentos de una sociedad democrática como son los Cuerpos de Seguridad del Estado’. ¿Qué ha cambiado? Que Chivite ahora le debe el sillón presidencial a Bildu.
¿No se está quedando diluido el regionalismo navarro en el discurso de la derecha?
Es el mensaje que quiere trasladar el PSN para desviar la atención sobre su pacto vergonzante e indecente con Bildu. ¿Y cuál es el discurso de la derecha? ¿el que dice la izquierda? A esta sociedad le hace falta menos frentismo ideológico y más preocuparse por las políticas que verdaderamente solucionan los problemas de la gente. Y en eso estamos en UPN, donde no nos hemos movido de donde siempre hemos estado, que es en la defensa del Fuero, de la identidad de Navarra como comunidad propia y diferenciada y de los intereses generales de los navarros por encima de los partidistas. Además, hoy más que nunca es fundamental que las decisiones que afectan a Navarra se tomen en Navarra, ni en Madrid ni en Bilbao, y eso solo lo hace UPN. Desgraciadamente el PSN hoy está dando poder y por tanto haciendo más fuertes a los que quieren engullir y anexionar Navarra.
¿Volvería a repetir la foto de Colón junto a la ultraderecha?
Ese es otro mantra que muchos periodistas le han comprado al PSOE y a Podemos. Esa manifestación se hizo para defender la unidad de España y para rechazar las cesiones de un gobierno socialista a los partidos independentistas.
UPN es una formación política que siempre ha desarrollado y sigue impulsando políticas moderadas alejadas de los extremos. Fíjese, en ese acto también estuvo el PAR, que actualmente gobierna en Aragón con el partido socialista, y nunca he oído que se les reprochara nada.
¿Cómo interpreta el movimiento del PSN-PSOE para apoyar el presupuesto del ayuntamiento de Pamplona?
Nosotros ofrecimos al PSN abstenernos en los Presupuestos Generales de Navarra para 2021 si el PSN no pactaba con Bildu. Y fuimos más allá ofreciendo estabilidad en lo que queda de legislatura para que Navarra no dependa de las políticas nacionalistas y de Bildu. Ese gesto de generosidad y responsabilidad no lo ha tenido ninguna formación política en España. Ante esto el PSN nos descalificó, nos mintió y optó por Bildu. Además, yo mismo como presidente de UPN he trasladado a nuestros alcaldes la voluntad de alcanzar acuerdos municipales siempre que no esté EHBildu porque suponen un freno para el desarrollo socioeconómico de nuestros pueblos y ciudades, así como para la atracción de inversión y empleo local. Y he trasladado una posición política clara: en UPN no vamos a participar de blanquear a EHBildu por mucho que el PSN esté empeñado en ello. Si se empeña en meter a EHBildu, con nosotros no habrá acuerdos.
¿Y ese gesto no podría trasladarse para sacar adelante aquellas cuestiones que interesan a las localidades de la Ribera y en las que siempre han coincidido UPN y PSN?
Creo que la inmensa mayoría de ciudadanos de la Ribera veía con buenos ojos el ofrecimiento de Navarra Suma para que el futuro de la Comunidad foral no dependa de Bildu, ofrecimiento que, insisto, Chivite ha despreciado. Pero, aunque el PSN haya decidido rechazar nuestra mano tendida, optando por el pacto con Euskalherria Bildu, desde Navarra Suma y UPN vamos a seguir trabajando en beneficio de las personas, del bienestar social, del progreso de nuestros pueblos y ciudades y del futuro de Navarra y por supuesto de la Ribera.
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