«El criterio fundamental va a ser que no se quede ni un kilo de basura en Navarra y que el dinero que se reciba se destine a paliar las carencias que tiene la planta de El Culebrete». De este modo concluía su exposición el alcalde de Tudela, Eneko Larrarte, sobre la postura que adoptará su grupo ante la posibilidad de que el vertedero de la Mancomunidad de la Ribera reciba para su tratamiento basuras procedentes de Guipuzcoa.
Larrarte
El criterio fundamental va a ser que no se quede ni un kilo de basura en Navarra
Después de recorrer la evolución de este asunto en las últimas semanas, Larrarte comparecía junto a la responsable de Medio Ambiente del ayuntamiento de Tudela, Olga Risueño, con la que ha expuesto las condiciones que considera necesarias para que la planta de la Mancomunidad de la Ribera trate las basuras guipuzcoanas. «Siempre hemos defendido que todas las conversaciones entre la Mancomunidad y el consorcio de residuos de Guipuzcoa deben de contar con el aval del Gobierno de Navarra» y ha recordado que la materia de residuos es competencia regional.»Si el Gobierno de Navarra ve que no hay ningún impedimento legal, desde nuestro grupo no mantendremos una oposición a la operación», aunque, matizaba Larrarte, esta deberá de estar condicionada a la adopción de una batería de mejoras para el Culebrete, acciones para aumentar el porcentaje de residuos que son reciclados en la Ribera y lograr una mayor eficiencia de la planta».
El alcalde ha reconocido que ha pasado demasiado tiempo sin emitir un juicio sobre este tema pero lo ha justificado atendiendo a la complejidad del asunto. «No soy partidario de dar información cuando no sabemos cuál va a ser el final y nosotros tampoco hemos tenido toda la información clara», ha reconocido Larrarte que ha recordado que este preacuerdo siempre deberá de tener encaje en la filosofía del Plan Integral de Gestión de Residuos de Navarra.