Cabanillas se prepara para celebrar una de sus tradiciones más singulares de la Semana Santa: la captura y ajusticiamiento del Judas. Este año, el joven Ibai Jiménez Gil será el encargado de dar vida a este personaje, en un acto que cada Domingo de Resurrección congrega a vecinos y visitantes en la plaza del Ayuntamiento.
A las 13:00 horas, tras la Procesión del Encuentro en la que una niña vestida de Ángel anuncia la resurrección de Jesús a la Virgen María, arranca la frenética persecución del Judas. En Cabanillas, en esta representación los jóvenes de la localidad se encargan de dar vida a la compañía de romanos que persigue al traidor que, vestido con un traje rojo y plateado y una malla en la cabeza, corre por las calles, se esconde entre la multitud que le increpa, entra en las casas donde roba comida e incluso salta desde algún balcón, hasta que es capturado y decapitado en un itenso y trepidante espectáculo que culmina con el personaje decapitado.
Para Ibai enfundarse en el personaje de Judas va a ser un reto emocionante. Es hijo de Enrique Jiménez y Peña Gil, y tiene una hermana mayor, Irati. Tiene 17 años, este año cuplirá los 18, y estudia Soldadura en la ETI, tras pasar primero por el colegio de su localidad y, luego en el IESO de Ribaforada.
Confiesa que siempre ha seguido de cerca las tradiciones de su pueblo aunque sin participar directamente en el acto como romano o paje. Así que esta será su primera vez y debutará como protagonista de la representación. «Me lo propusieron porque necesitaban a alguien y dije que sí. Me gusta mucho esta tradición y tengo ganas de vivirla desde dentro», explica.
El papel de Judas exige agilidad y fondo físico, ya que implica correr, esquivar obstáculos y saltar para dificultar la tarea de los romanos. «Juego a cesta punta, entreno cuando puedo a fútbol y también me gusta caminar, así que creo que estaré preparado», comenta el protagonista ilusionado por el desafío. Su objetivo, confiesa, es ponerlo difícil a sus perseguidores y hacer disfrutar a los asistentes. «Es un acto muy divertido, sobre todo para los niños, que se emocionan viendo cómo persiguen al Judas por las calles pueblo», reconoce
Consciente de que será el «malo de la película» y que todos querrán darle caza, Ibai afronta el reto con buen humor y con la esperanza de recibir alguna ayuda inesperada. «A ver qué pasa, quizá alguien me esconda», bromea el protagonista, que anima a todos a acercarse el próximo Domingo de Resurrección y disfrutar de esta tradición centenaria. «Es bonito de ver y merece la pena vivirlo en directo», concluye.