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El Hospital de Tudela centraliza los procesos de esterilización de los centros de salud de la Ribera

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[ihc-hide-content ihc_mb_type=»show» ihc_mb_who=»4,5,6,7,8,9″ ihc_mb_template=»2″ ]El Hospital “Reina Sofía” de Tudela asumió el pasado mes de febrero la esterilización del material sanitario que se utiliza en todos los centros y consultorios de salud de la Ribera, que dan servicio a una población de cerca de 100.000 habitantes, agrupada en 22 municipios.

El Área de Salud de Tudela culmina así el proceso de centralización de las labores de lavado y esterilización del material sanitario que se utiliza en todos sus centros, una medida que se ha llevado a cabo con el objetivo de unificar procedimientos y garantizar la máxima seguridad en el tratamiento del instrumental que se utiliza en quirófanos, consultas y laboratorio.

El Servicio de Esterilización trata en la actualidad los materiales que se utilizan en el propio Hospital “Reina Sofía” (instrumental de consultas, hemodiálisis, Hospital de Día, laboratorio, medicina preventiva, rehabilitación, plantas de hospitalización, quirófanos, salas de partos, Cirugía Mayor Ambulatoria, urgencias y unidad de despertar), junto con los remitidos desde el Centro de Atención Sexual y Reproductiva, el Servicio de Salud Bucodental y el Servicio Normal de Urgencias (ubicados en el centro de salud de Santa Ana o Tudela Este) y los que también se han comenzado a enviar desde las siete zonas básicas de salud de Atención Primaria, que engloban a 23 centros y consultorios (Tudela Este y Oeste, Fontellas, Corella, Castejón, Cintruénigo, Fitero, Monteagudo, Cascante, Ablitas, Barilas, Murchante, Tulebras, Buñuel, Cabanillas, Cortes, Fustiñana, Ribaforada, Valtierra, Villafranca, Arguedas, Cadreita y Milagro).

46.000 productos sanitarios esterilizados en 2015

Inaugurado a mediados de 2015, el Servicio de Esterilización de Tudela alcanzó el año pasado un volumen de casi 46.000 productos sanitarios esterilizados, entre instrumental de quirófano (25.739 unidades) y materiales utilizados en el resto de áreas sanitarias (20.000 unidades). A esta actividad se suman este año los materiales derivados desde Atención Primaria, que ya ha remitido 164 contenedores de materiales en los tres primeros meses de funcionamiento de este nuevo sistema centralizado de esterilización.

La esterilización de materiales es un proceso clave para garantizar la máxima seguridad biológica en la cadena sanitaria y evitar infecciones. Se trata de una labor muy sistematizada y controlada, desarrollada por profesionales de Enfermería y Auxiliares. En el caso de Tudela, esta labor la realiza un equipo integrado por una enfermera y cuatro auxiliares, apoyadas por personal volante para las noches (de lunes a viernes). Los fines de semana, durante el día, el servicio lo asume la auxiliar de quirófano y por la noche el personal volante.

Una central integrada en el bloque quirúrgico

El Servicio de Esterilización de Tudela se encuentra en la primera planta del Hospital “Reina Sofía”, encima de su nuevo bloque quirúrgico, donde se genera la mayor demanda de material esterilizado. La comunicación entre ambas áreas se realiza mediante un sistema de ascensores, para facilitar la comunicación vertical.

Cuenta con tres lavadoras desinfectantes, una lavadora de ultrasonidos, tres sistemas para limpieza por vapor de agua a alta presión (conocidos por el nombre de autoclaves), una autoclave de peróxido de hidrógeno (para la esterilización a baja temperatura de materiales termosensibles) y una miniclave. En el quirófano de locales, hay una zona anexa donde están ubicadas dos miniclaves más para ciclos rápidos.
Los materiales que se esterilizan son muy variados: desde pinzas, quitagrapas, tijeras, bisturíes o porta-agujas a motores, cables, tubos, lentes o productos textiles, entre otros. La central se divide en tres áreas diferenciadas conocidas como “zona contaminada o sucia”, “zona limpia” y “zona estéril”. Las tres zonas están ubicadas en un circuito pensado para garantizar el flujo unidireccional de materiales y evitar que productos ya esterilizados entren en contacto con otros que se encuentran en proceso de lavado y desinfección.
Seguimiento informático de un recorrido lineal dividido en tres zonas

Todo el recorrido de materiales se registra informáticamente, para lograr un seguimiento detallado del proceso que sigue cada producto. En la denominada “zona sucia” se realizan actividades de recepción, clasificación, descontaminación y lavado del material sucio. Está separada por una barrera física de las otras áreas de la central de esterilización. La importancia de la separación deriva de la necesidad de evitar que aerosoles, microgotas y partículas de polvo sean transportados desde el área sucia a la limpia por las corrientes de aire, dado que en este sector se genera una gran cantidad de sustancias en suspensión, por el tipo de trabajo que se realiza (cepillado, ultrasonido, etc.).

En la “zona limpia” se acondiciona, empaqueta, prepara y esteriliza el material una vez que todos los objetos están totalmente limpios y secos. Consta de un área de clasificación y empaquetado de material, otra de esterilización y de una terminal de aire comprimido para el secado de los materiales que salgan mojados de las lavadoras. En el final del recorrido se encuentra la “zona estéril”, conocida también como “zona restringida”, donde se realizan las actividades de descarga, almacenamiento, distribución y despacho del material esterilizado. Está también separada por una barrera física del resto del servicio.
La central está dotada de un sistema de agua desmineralizada que se usa tanto para la limpieza como para alimentar los autoclaves de vapor y lavadoras. Los suelos y paredes son de materiales lavables, que no desprenden fibras ni partículas, a fin de evitar que se deterioren con los agentes químicos que se utilizan para su limpieza. Los techos están construidos sin ángulos expuestos, con una superficie única, para evitar que se condense la humedad, que se acumule el polvo u otras posibles causas de contaminación.
La ventilación está concebida para minimizar el riesgo de contaminaciones. El aire fluye de las áreas limpias a las sucias y luego se libera al exterior por un sistema de recirculación por filtro. Se hacen 15 recambios de aire por hora. Está terminantemente prohibido el uso de ventiladores, debido a que generan turbulencias de aire y microorganismos que se pueden proyectar desde el suelo a las zonas de trabajo, lo que resulta perjudicial para el material con el que se está trabajando.

La temperatura en la central de esterilización se mantiene en un rango de entre 24 y 26 grados, con una humedad relativa ambiente de 45-55%. El control de las condiciones ambientales resulta fundamental, ya que una temperatura y humedad excesiva favorece el crecimiento microbiano y situarse por debajo de los niveles recomendados también puede afectar a determinados parámetros de la esterilización, como la penetración del agente esterilizante.[/ihc-hide-content]