Fitero aúna en un solo destino la posibilidad de disfrutar de la Ribera de Navarra con los 5 sentidos. Arte y cultura; naturaleza y rutas; gastronomía; y salud y relax van de la mano en el recorrido por una localidad marcada por la importancia patrimonial de su Monasterio, un espectacular edificio entorno al cual discurre la vida de la localidad desde el S. XII.
El Monasterio cisterciense es el protagonista principal de la oferta artística y cultural de Fitero. En él, el visitante va a descubrir su historia y la arquitectura de un monumento único en el mundo en el que sobresalen su claustro y la impresionante sala capitular.
La iglesia abacial del monasterio constituye otro de los puntos de interés artístico de nuestra visita. En ella podremos disfrutar de la arquitectura de su nave central, la capilla de la patrona de la localidad, la Virgen de la Barda, los retablos, la sacristía y su girola.
El conjunto puede visitarse de manera individual pero sin duda la mejor manera de descubrir toda la historia del edificio es hacerlo a través de sus visitas guiadas e informarnos sobre sus visitas teatralizadas nocturnas que nos brindan la oportunidad de sumergirnos en una inigualable experiencia de la que ya han disfrutado 4.000 personas y que se han convertido en un elemento cultural de gran atractivo, viajando en el tiempo para adentrarnos en otra época en un entorno de silencio solo roto por el toque de campana que marcaba la existencia de los monjes cistercienses y conocer de una manera diferente una joya tan imponente como es el Monasterio de Fitero.
Naturaleza y rutas
El entorno natural que rodea a la localidad es otra de las singularidades que dotan a Fitero de una personalidad propia. Es la única población navarra ubicada geológicamente en el sistema ibérico, en el límite entre la Sierra de Cameros y los materiales terciarios de la Cuenca del Ebro, donde se generaron numerosas fallas que elevan hasta la superficie las aguas termales de las que hoy goza la zona y que fueron aprovechadas en tiempo de los romanos.
Si queremos adentrarnos en su entorno, el máximo exponente de la naturaleza y las rutas en Fitero es el enigmático Circuito de Roscas, que nos ofrece un itinerario perfecto para caminar, pedalear con la bici o incluso aprovechar para montar a caballo gracias a las actividades que ofrecen al visitante las empresas de turismo activo de la localidad.
Algo que tampoco se pueden perder son las vistas panorámicas del Valle del Alhama que nos ofrece el Mirador de Fitero, situado en el punto más alto de Baños de Fitero, en el camino de la Ermita de la Soledad, punto de interés del itinerario de las Huellas de Palafox. con el que Fitero recuerda al Obispo y Virrey de Nueva España, hijo ilegítimo del II marqués de la Casa de Ariza, abandonado al nacer por sus progenitores en lo que es hoy la Ermita de la Virgen de la Soledad.
Gustavo Adolfo Bécquer da nombre propio a otra de las rutas que discurren por el entorno natural de Fitero. La vinculación del poeta sevillano con la localidad ribera se ha realzado a raiz de la celebración del 150 aniversario de su fallecimiento. Cuenta con un monolito en el camino que une Fitero con los Baños y protagoniza uno de los cuatro murales que decoran varios medianiles del entorno del monasterio.
La ruta recorre el camino de “El Soto” que el poeta transitaba entre los Baños de Fitero y el cenobio cisterciense, en donde se inspiró para escribir dos de sus leyendas más conocidas, “La Cueva de la Mora” que todavía se puede visitar y “El Miserere”, cuento gótico donde lo insólito y lo sombrío se aúnan para contarnos la historia de un músico en busca de inspiración que recala en la abadía de Fitero donde descubre el misterio unos cánticos lúgubres entonados por los monjes ya fallecidos.
Un lugar en el que relajarse y cuidar la salud
Acercarse a Fitero es una invitación a encontrar un momento de salud y relax en las famosas aguas termales de la villa, aguas que han atraído a reyes y papas, como Benedicto XV o el escritor Gustavo Adolfo Bécquer, y a las que se les suma el encanto de un entorno natural privilegiado.
La villa bañada por el río Alhama es un lugar mágico para perderse, descansar o inspirarse como hizo Bécquer, ya que aglutina arte, naturaleza y buena mesa, en un punto geográfico cargado de historia, eslabón de tres antiguos reinos, Aragón, Castilla y Navarra.
La Estación Termal Baños de Fitero está considerada como una de las más antiguas de España, y sus originarias termas datan ya de la época romana. Es por su capacidad, el mayor complejo hotelero de Navarra, con dos balnearios.
El acuífero de la Estación Termal de Baños de Fitero aflora en dos manantiales de características fisioquímicas similares, siendo sus caudales de unos 1700 litros/m para el Balneario Gustavo Adolfo Bécquer y de unos 850 litros/m para el Balnerario Virrey Palafox.
Saborear Fitero es disfrutar la huerta navarra
Fitero es una villa rica en gastronomía marcada por su condición fronteriza con La Rioja y el río Alhama, origen de la fértil huerta de sus alrededores. Espárragos de Navarra, alcachofas, alubias y otras especies hortícolas crecen en ella como base de una cocina pródiga en menestras, pistos, pimientos rellenos y otras especialidades vegetales de gran calidad que se acompañan con el aceite de oliva del trujal Virgen de la Barda.
En los obradores locales se preparan varias especialidades reposteras como son las tejas de Fitero, las glorias del Císter o los mirlos fiteranos.
Y el vino también está presente en forma de varias bodegas que elaboran excelentes caldos, entre los que cabe destacar Señorío de Fitero de Bodegas Ontañón y los vinos de las garnachas centenarias de Viña Zorzal.
Personaliza tu visita en la oficina de turismo
Fitero ofrece una experiencia de turismo personalizada, con una propuesta de actividades específicas para los intereses de cada visitante y con la experiencia adquirida gracias a la medición, análisis y datos ofrecidos por otros turistas.
Oficina de turismo, Pl. de la Iglesia 8, Teléfono: + 34 948 77 66 00. Email: turismo@fitero.es