La realidad económica y socio cultural de Fitero ha llegado hasta el Parlamento de Navarra donde el alcalde de la localidad, Miguel Aguirre, ha reclamado ayudas y apoyo para hacer frente a una situación que, sostiene, nada tiene que ver con la que viven otras localidades de Navarra en general y de la Ribera en particular.
Los representantes de las formaciones políticas que forman parte de la Comisión de Educación fueron testigos de la petición de apoyo que ha realizado la localidad a través de su alcalde, Miguel Aguirre, la concejala de Educación, Esther Jiménez, y la directora del colegio «Juan de Palafox», Irene Benito, que consideran el colegio como el epicentro de la intervención que se debe llevar a cabo en la localidad, ya cuenta con un 73% de su alumnado de origen magrebí.
Aguirre reconoce que hay «una gran preocupación de los padres y madres de los alumnos y alumnas del colegio público Juan de Palafox de Fitero por la situación del centro. De manera colaborativa, ayuntamiento, mancomunidad y colegio, hemos creado una red de recursos que está sometida a una gran debilidad, su financiación, y ante una situación excepcional deben darse respuestas excepcionales», ha concluido.
Retomar el plan piloto para el colegio
Aguirre recordó que el Gobierno de Navarra planteó un plan de intervención piloto en el centro para el año 2021 con la implicación de varios departamentos, un plan que, lamentó, nunca se llevó adelante. «Es plan murió el mismo día que nació y aún no sabemos por qué no se desarrolló. Consideramos que era una propuesta ambiciosa y necesaria dada la realidad de la inmigración en Fitero y en el que intervenían inclusión social, servicio navarro de empleo, ordenación del territorio, vivienda, educación y políticas migratorias. Ante circunstancias excepcionales, y la del colegio lo es, las respuestas deben de ser distintas y si pudiera pedir, lo que planteo es retomar el plan de 2021 y desarrollar las acciones que se plantearon en materia educativa».
Apoyo económico a las acciones del municipio
Aguirre explicó ante la comisión las acciones que ha llevado adelante la localidad, trabajos, ha dicho, orientados a favor de la integración y la cohesión. De este modo se ha llevado adelante un diagnóstico de situación, un plan de acción que se integró en un plan de desarrollo local con muchas acciones concretas sobre el ámbito educativo, todo ello de la mano del propio colegio y de la Mancomunidad de Servicios Sociales del Alhama.
La localidad ha concurrido a convocatorias de ayudas de acción social de entidades privadas como la Caixa y desarrolla un proyecto piloto con la Universidad de Navarra para atender las necesidades educativas que se detectan en la localidad y han conseguido que en torno a 150 niños de 2 a 16 años participen en un programa para la mejora del rendimiento académico.
También, gracias a enmiendas, se ha contratado a dos mediadoras para facilitar la comunicación con el objetivo de trabajar para comprometer a las familias de los menores en su proceso educativo y en el aprendizaje del castellano, la localidad cuenta con la figura de la técnica de convivencia multicultural y lucha contra el racismo que interviene en el colegio y es parte de la mesa de convivencia. «Hemos desplegado todo lo que estaba a nuestro alcance. No es cierto que en muchos pueblos pase lo mismo, el caso de Fitero no es lo mismo, no lo digo yo, lo dice Gobierno de Navarra. Ahora, todo lo generado en estos 4 años, con subvenciones y enmiendas, es una enorme estructura sometida a una gran debilidad. El 31 de diciembre finalizan los trabajos que hemos podido financiar y los frutos que lentamente conseguimos se pueden desmoronar», ha alertado el alcalde de Fitero.
«El futuro de Fitero está en sus aulas»
La directora del colegio público «Juan de Palafox», Irene Benito, reclamó el apoyo de los grupos parlamentarios para el centro educativo. «El futuro de Fitero está en sus aulas y si queremos un futuro prometedor debemos mirar a sus aulas», pidió.
Benito apoyó las palabras de Aguirre al sostener que la singularidad que se vive en Fitero no es comparable a otras localidades. «Entiendo que puedan crean que es similar a otras localidades, especialmente en la Ribera, pero hay factores distintos».
Los datos que facilitó Benito ofrecen una fotografía sincera del día a día en el colegio, con un total de 240 alumnos que fluctúa con la incorporación de nuevo alumnado cada semana, «la mayoría con un desconocimiento total del castellano, un nivel cultural muy bajo y un 75% del mismo socio económicamente desfavorecido». Cuando aún no ha pasado un mes del inicio de curso, ha alertado, el centro ya tiene un 7% de matrícula sobrevenida, una cifra que el pasado año que cerró en el 17%.
«Hay cursos en el que más del 50% del alumnado tiene un retraso de dos promociones o mas»
Los datos del colegio muestran que uno de cada seis alumnos del centro se ha incorporado en el último curso, y su alumnado se ha duplicado, lo que ha hecho necesaria una ampliación de aulas que ha llevado a cabo el Departamento de Educación. En los cursos superiores el alumnado cuya lengua materna no es el castellano es del 60% y en los cursos inferiores supera el 80%. «Esto no sería problema si no afectara a nuestro alumnado», explica Benito, pero el estudio que ha realizado la Universidad de Navarra en el colegio concluye que el que porcentaje de retraso lector entre los alumnos oscila entre el 62,5% y 76% en distintas promociones. «Hay cursos en la que mas del 50% del alumnado tiene un retraso de 2 promociones o más», ha expuesto.
«La peculiaridad de nuestro centro no se ve reflejada en los recursos de Educación»
La directora del colegio ha pedido al Departamento de Educción que toda la peculiaridad del colegio se vea reflejada en los recursos que les destina el departamento de Educación. Reconoce que las características de la comunidad educativa suponen una gran carga de trabajo si se quieren obtener resultados sostenibles a largo plazo pero, en estos momentos, el departamento no está teniendo en cuenta estas cuestiones.
«Necesitamos herramientas para exigir a las familias implicación y colaboración activa en el proceso educativo, estabilidad, y que los recursos no sean volátiles. El motor creado en Fitero para la alfabetización o el paraguas comunitario con las mediadoras y la promotora educativa son proyectos que tienen fecha de fin y que, por cierto, se mantienen gracias a entidades privadas como La Caixa y Universidad de Navarra», ha recordado Benito.
La directora echa en falta recursos docentes en materias como pedagogia y lengua, que se mermas curso a curso, lamenta. Reclama mayor estabilidad para el profesorado del centro, donde, apunta, solo 7 de los 27 docentes son fijos lo que implica que este curso todos los tutores sean nuevos en el centro, son necesarios recursos para liderar el centro y apoyos en materia administrativa, algo que corresponde al centro desde 2018 al superar los 200 alumnos, pero que por el momento se les ha denegado. «»Todos son factores que dificultan la implementación de un proyecto de continuidad y seguimiento. Como pueblo y como centro creo que trabajamos en la línea correcta, pero la situación se agravará en los próximos años y necesitamos el apoyo de Gobierno de Navarra y Educación».
