Fernando Ferrer inicia un nuevo mandato al frente de la Mancomunidad de la Ribera. El reelegido presidente en su segunda legislatura reconoce “estar contento” por la confianza que ha conseguido por parte de la mayoría de los representantes de las localidades riberas “que han pensado otra vez que fuera el presidente de esta mancomunidad aunque también tengo cierta pena por la decisión que han tomado los representantes socialistas de no querer estar representados en la permanente”.
En cuanto a los retos que tiene por delante Ferrer reconoce son de entidad y de importancia creciente. El primero de ellos es el contrato de la recogida de basuras, cuyo concurso deberá concretarse en el próximo año y que, avanza, tendrá mucho impacto en la Mancomunidad «en cuanto a presupuesto y en cuanto a servicio, ya que es algo que afecta de manera directa, ya que no puedes recoger los residuos de manera correcta si careces de recursos. En este sentido, reconoce que pese al esfuerzo que ha hecho la Mancomunidad para destinar 2.196.000 millones a 12 nuevos camiones, el parque móvil sigue teniendo muchísimos años y es necesaria una renovación que llegará de la mano de la nueva contrata.
Vaso de Vertido en el Culebrete
El segundo gran reto de la Mancomunidad es el vertedero del Culebrete que sigue teniendo pendiente la construcción del nuevo vaso de depósito de residuos, «un proyecto en el que hemos estado trabajando los dos últimos años y medio y, ahora, nos hemos encontrado con la decisión del Gobierno de Navarra de hacer un replanteamiento y estudiar la ubicación y dimensionamiento del nuevo vertedero».
El presidente de la Mancomunidad se ha mostrado crítico con este tema. «Resulta muy curioso que la primera vez que me ha llamado el Gobierno de Navarra sin solicitar yo la reunión haya sido por el tema del vaso de vertido. Después de dos años y medio insistiendo ahora nos dicen que serán ellos quienes determinen donde se va a colocar el nuevo vaso de vertido, así que estamos a expensas de saber donde se coloca y, sobre todo, cómo se va a dimensionar».
El tema, asegura, es de suma importancia ya que trasciende a la propia Mancomunidad de la Ribera. «El vaso de depósito de la Mancomunidad de la Ribera es el único que presta servicio a las localidades de Navarra al margen del que existe en la Mancomunidad de Pamplona. Tenemos muy clara la importancia que tiene la existencia del vaso. Todos los residuos no se pueden valorizar, por lo que hoy es inevitable contar con uno. Para reducir los residuos es necesario invertir en tecnología para separar mejor y poder valorizar los materiales y actualmente no se está invirtiendo, por falta de apoyo del Gobierno de Navarra, por lo que si queremos cumplir con los ratios que marca actualmente la Unión Europea no va a quedar más remedio que tomar la decisión de que Navarra cuente con una incineradora o una gestión por pirolisis».
«Voy a plantear al Gobierno de Navarra que asuma el servicio de Lazareto. No es justo que los riberos paguemos dos veces por este servicio»
Otra de las cuestiones que preocupan a Ferrer es el servicio de Lazareto de la Mancomunidad de la Ribera, el único mancomunado de Navarra y que presta servicio en todas las localidades riberas. El resto de poblaciones de Navarra, recuerda, se atienden desde el propio servicio que el Gobierno de Navarra tiene en Etxauri «por lo que los Riberos estamos pagando dos veces por el servicio, una financiando al del Gobierno que no actúa de Villafranca para abajo, y otra al servicio que prestamos desde la Mancomunidad».
El pasado año el servicio de Lazarato recogió 228 perros y 41 gatos, gestionó unas 180 adopciones y mantiene en la actualidad unos 80 perros y unos 60 gatos. La Mancomunidad ha invertido cerca de 80.000 euros en la mejora de las instalaciones y el acondicionamiento de espacios tanto veterinarios como de esparcimiento. Tras la entrada en vigor de la nueva legislación sobre bienestar animal, Ferrer es tajante. «Mi propuesta al Gobierno de Navarra va a ser clara. Ya es hora de que los navarros de la Ribera dejemos de pagar dos veces por el servicio de Lazareto y mi propuesta va a ser traspasar el servicio al Gobierno de Navarra y que, al igual que ocurre con Etxauri, asuma el gasto de un servicio que debe de prestar a todos los navarros».
Nueva ley de envases
El último reto al que se enfrenta la Mancomunidad, adelanta Ferrer, es la nueva ley de gestión de envases, un texto que el Gobierno de España, denuncia, ha hecho sin contar con las entidades que gestionan este tipo de residuos y sin pensar en el modelo existente, algo que, si no se evita, va a ocasionar un descenso brutal de los ingresos que reciben por el tratamiento de los envases.
La clave, explica Ferrer, es el conocido punto verde que abonan las empresas que generan este tipo de envases y que ahora, se va a discriminar respecto a las que no lo hacen. «Es algo que afecta a todas las plantas de tratamiento de residuos y mancomunidades porque actualmente ninguna puede distinguir entre los envases que pagan punto verde de las que no», señala.
Impuestos – Tasas
Otra batalla que Ferrer emprende en esta legislatura es la reivindicación de más fondos para la Mancomunidad de la Ribera procedentes del impuesto de vertido, un impuesto que nació en el 2019 y un punto en el que el presidente de la Mancomunidad denuncia un nuevo trato discriminatorio hacía los Riberos, que son quienes han aportado en torno a 640.000 euros en el último año, de los que solo revertirán a la Mancomunidad, por el momento, 200.000 euros en el año 2025.
En este sentido Ferrer recuerda que de los 152,45 euros que han pagado los vecinos de las localidades a las que presta su servicio la Mancomunidad de la Ribera, solo 63,09 euros corresponden a la tasa de recogida. El resto, explica, se divide en distintas tasas impositivas cuyos fondos gestiona el Consorcio de Residuos de Navarra de los que 77,63 euros corresponden a la tasa de tratamiento y 11,73 al impuesto de eliminación de vertido. De este modo, ejemplifica, mientras la mancomunidad ha incrementado su tasa de 60,00 euros en 2006 a 63,09 euros en 2023, un 5,15%, las tasas correspondientes al consorcio de residuos y al impuesto de eliminación lo han hecho en un 343,6% (de 17,50 en 2008 a 77,63 en 2023) y un 169,04% respectivamente (de 4,36 en 2019 a 11,73 en 2023).
«Somos muy conscientes de lo que implica ser solidario, pero estamos viendo que a la hora de gastar en la Mancomunidad de la Ribera se gasta muy poco»
«Con todo esto quiero explicar que hay una parte muy importante del recibo de la Mancomunidad que, en cuanto lo recibimos, pasa directamente a Hacienda. El propósito de ello es mejorar la capacidad de financiación para tener unas mejores plantas de tratamiento en toda Navarra. La Mancomunidad de la Ribera está aportando en estos momentos muchísimo dinero que va al resto de Navarra y somos muy conscientes de lo que implica ser solidario, pero estamos viendo que a la hora de gastar en la Mancomunidad de la Ribera se gasta muy poco y nos quedamos solos. Por eso le planteo al gobierno que modifique la ley al hablar del fondo de residuos generado por las Mancomunidades y que se devuelva a las Mancomunidad el 100%», reclama.
«Estamos desaprovechando la oportunidad de valorizar energéticamente nuestras instalaciones»
Otra cuestión que el presidente de la Mancomunidad de la Ribera ha puesto sobre la mesa es la valorización energética de las Mancomunidades de residuos de Navarra. Ferrer reconoce que le sorprende que desde el Gobierno de Navarra no se apoye o financie la implementación de digestores que permitan generar más gas a partir de los residuos, se apueste por sistemas de pirólisis para la obtención de hidrógeno para abastecer, por ejemplo, a la flota de camiones y no se aproveche la superficie de vasos sellado para instalar placas solares mientras sí que se ofrecen incentivos a entidades privadas o particulares. «Si apostamos por ello tendríamos capacidad suficiente para generar muchos vatios y abastecer a muchísimos hogares riberos y obtener gas, biodiesel o hidrogeno».
En este sentido lamenta la falta de liderazgo del Gobierno de Navarra para impulsar una nueva planta de valorización. «No se aprovecha el poder energético de la basura, me gustaría tener otro digestor que se alimente de materia orgánica y poner placas solares en los vasos de vertido sellados para generar energía y hacer en comunidad energética para edificios públicos, colegios, hospital, ayuntamientos, etc… se podría dar a estos edificios la energía de la basura. No se impulsa lo que tenemos aquí y se busca recursos de fuera».
Valoración de la limpieza viaria
Fernando Ferrer también ha querido valorar la evolución del servicio de limpieza viaria tras la entrada en funcionamiento del servicio mancomunado en junio de 2021. «Creo que hay una dinámica muy buena y estoy contento con el servicio que se está dando. Siempre hay margen de mejora y en eso estamos. Es cierto que ha habido localidades que han tenido que dimensionar el servicio en este tiempo y ampliar la contratación para mejorar la limpieza de sus calles».
Ferrer destaca de manera especial el trabajo que se ha llevado a cabo durante fiestas patronales y eventos, «donde es necesario actuar con una limpieza más continuada y rápida. Creo que se ha hecho muy bien», asegura.