Inicio Colaboradores Carlos Muñoz Fatum, por Carlos Muñoz

Fatum, por Carlos Muñoz

Atrapados entre la culpa y la esperanza

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Juan Galiñanes debuta como director después de ser el guionista en “Quien a Hierro mata” de Paco Plaza, apoyado por el guionista Alberto Marini. Ambos construyen un thriller cargado de suspense, ambientado en A Coruña, donde un hombre adicto al juego en un intento de recuperar el dinero perdido, desencadenará una serie de funestas consecuencias. El film lo protagonizan: Luis Tosar, Álex García, Elena Anaya, Arón Pipper, María Luisa Mayol.

La mujer de Sergio (Luis Tosar) y sus hijos están a punto de abandonarle, hartos de las promesas incumplidas de dejar el juego, aunque finalmente les convence y vuelven todos a casa. Sin embargo, Sergio recibe un soplo de un partido de futbol amañado, y vuelve a la sala de juego con el fin de recuperar el dinero malgastado. Parece que el destino va a sonreírle, pero de repente, irrumpen en el local de apuestas unos atracadores, reteniendo a todos los que se encuentran allí, incluidos los hijos y la mujer de Sergio que había sido avisada por el hijo mayor.

Al local se dirige la comisaria Costa (Elena Anaya), para dirigir las operaciones, llamando a la unidad de los francotiradores, entre los que figura Pablo (Álex García), el cual está muy pendiente de su hijo ingresado en el hospital por un problema de salud muy grave. En la operación policial, las cosas no salen como se esperaban, el atracador Alejo (Aaron Pipper), cada vez está más nervioso y las vidas de los dos padres, Sergio y Pablo se van a cruzar para bien y para mal…

El director gallego realiza un thriller donde el atraco y su desenlace pasan a segundo plano para ahondar en la psicología de unos personajes atormentados por las malas decisiones tomadas, debatiéndose entre un dilema moral: salvar una vida a cambio de eliminar otra. El film, aunque no se desmarca de los convencionalismo del género, negociadores, tiroteos… destaca por la dirección de actores, mostrándonos a los personajes atrapados en un mar de dudas, emociones desesperadas, gracias al uso de planos/contraplanos, miradas, que reflejan el drama, el sentimiento de culpabilidad.

Luis Tosar se ha convertido en el actor fetiche de la productora Vaca Films especializada en thrillers como: Celda 211, Cien años de perdón, o Código Emperador. Aquí, él y Elena Anaya, realizan un trabajo más que solvente. Ahora bien, el que realmente destaca es Álex García que lleva todo el peso de la trama, y refleja sus diferentes estados emocionales con su sola mirada y gestos.

En definitiva, buen debut de Juan Galiñanes que, con una adecuada mezcla entre la acción, el drama hospitalario y sobre todo la psicología de sus personajes, da muestras de la buena salud de este género en nuestro país.