Una Práctica de submarinismo en la piscina de Berriozar, organizada por la Federación Navarra de Actividades Subacuáticas, permitió probar los materiales diseñados por los alumnos
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Siete estudiantes de las dos titulaciones de grado que la Universidad Pública de Navarra (UPNA) imparte en el campus de Tudela, Ingeniería en Diseño Mecánico y Fisioterapia, junto con dos alumnas voluntarias de Enfermería, han participado en un proyecto de buceo adaptado a personas con discapacidad, en el que han elaborado materiales adaptados para la realización de ejercicios de entrenamiento. En la iniciativa ha colaborado la Federación Navarra de Actividades Subacuáticas (FNDAS), que ha invitado a seis asociaciones de personas con diversidad funcional de la Comunidad Foral para que 32 de sus integrantes probaran el material diseñados por el alumnado de Tudela.



“La práctica de actividades subacuáticas permite a personas con discapacidad disfrutar de un medio, la piscina, donde pueden romper barreras de movilidad que, en tierra, le son difíciles de alcanzar —explica el impulsor de la iniciativa, Tomás Ballesteros Egüés, profesor del Departamento de Ingeniería y responsable de la asignatura Ergonomía, que imparte a estudiantes de 4.º curso de Ingeniería en Diseño Mecánico—. Estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Salud —Enfermería, en Pamplona, y Fisioterapia, en Tudela—, con los de Ingeniería de Diseño Mecánico, han colaborado en el desarrollo de diferente material destinado a realizar ejercicios que sirvieran para un entrenamiento tanto físico como psíquico”.

PARTIENDO DE MATERIALES BARATOS
Este proyecto ha partido del trabajo fin de grado que la estudiante de Fisioterapia Leire Tirapu Albisua ha realizado sobre “Hidroterapia y buceo adaptado en pacientes con hemiplejia”, bajo la dirección de Ana Insausti Serrano, profesora del Departamento de Ciencias de la Salud y vicedecana de la Facultad de Ciencias de la Salud. Una vez identificadas dolencias y soluciones, seis estudiantes de Ingeniería en Diseño Mecánico (Alfredo Iranzu Balbuena, Gonzalo Iranzu Balbuena, Adrián Jiménez Loygorri, Raquel Martínez Hoyos, Pedro Jesús Muerza Arto y Judit Ostiz Poyo) han diseñado y fabricado los materiales necesarios para ejercitarse. Han partido, para ello, de objetos ya existentes, a los que han adaptado las innovaciones desarrolladas en clase de Ergonomía. “La única limitación consistía en que partieran de elementos baratos”, apunta Tomás Ballesteros. Así, han modificado pelotas para que tengan flotabilidad casi neutra y, a través de unos platos con imanes, se puedan poner a distintas alturas, modificado para ello un cono de ejercicios de agilidad, o un panel subacuático (a modo de puzle).



El siguiente paso del proyecto ha consistido en que personas con diversidad funcional probaran los citados materiales. Así ha ocurrido en la piscina cubierta del Polideportivo de Berriozar, instalación donde entrena la Federación Navarra de Actividades Subacuáticas. Allí han acudido 32 integrantes de las seis asociaciones participantes. Se trata de ADEMNA (Asociación de Esclerosis Múltiple de Navarra), ANA (Asociación Navarra de Autismo), Anfas, Asociación Ibili, el Centro Infanta Elena y el Colegio de Educación Especial El Molino (los dos últimos, situados en Pamplona). Durante las sesiones, han colaborado como voluntarias dos estudiantes de Enfermería: Ana Ramos Ruiz y Adriana Sagüés Curini.

La Federación Española de Actividades Subacuáticas ya ha mostrado su interés en elaborar manuales sobre la utilización de los materiales diseñados por estudiantes de la UPNA en Tudela con el fin de que puedan ser aprovechados por diferentes organizaciones que trabajan con personas con diversidad funcional.