[ihc-hide-content ihc_mb_type=»show» ihc_mb_who=»4,5,6,7,8,9″ ihc_mb_template=»2″ ]El domingo 11 de abril, llegaba la segunda prueba del Open Green Series XCO, con un tiempo preocupante. «Daban mucha agua», explica Tito Espada «y si las previsiones se cumplían, sabíamos que el circuito se convertiría en un campo de concentración. Por eso, hilar fino y conservar la mecánica, pasaban a ser los objetivos para intentar conservar el liderato».
Espada se desplazaba hasta la capital vizcaína un día antes para reconocer el circuito. «Montamos cubiertas de seco para dar tres vueltas a un polvoriento y suelto trazado. Tocaba limpieza y montar reglajes para el día siguiente, donde seguían dando 23 litros de lluvia».
«Pero no tuvimos que esperar tanto. A las 19:00 h del sábado, empezó a caer agua y ya no paró. El diluvio había llegado, como habían anunciado. Tuvimos dificultad para dormir en la caravana, al escuchar el fuerte estruendo de la lluvia. Y llegaba el domingo. Todo listo para la guerra y una parrilla de salida muy numerosa».
Espada lo tenía muy claro: «en estas situaciones, terminar la carrera es casi una victoria. Por eso salimos conservando y mimando la transmisión, sabiendo que el barro hace estragos. Mi control era sobre el segundo clasificado de la general. No tenía que dejar que me adelantara, para conservar el liderato. Así lo hicimos y al ver que conseguí distanciarlo, resté importancia a esa tercera plaza, que rodamos en la primera vuelta. La lluvia no cesaba y el circuito cada vez se ponía mas goloso. Por eso no forzamos más de la cuenta y sacamos la calculadora. Tercera plaza y contentos para casa. Seguimos de líderes. Estoy seguro que en seco, hubiéramos sido mucho más competitivos. Nuestro estado de forma es muy bueno y las sensaciones fueron de control. Por eso nos vamos contentos, esperando poder demostrar y sacar esos watios que nos dejamos en las piernas».[/ihc-hide-content]
Otras noticias relacionadas:
Tito Espada se impone en Erandio en Master 50