Eli Moreno recibía la tarde del pasado 5 de enero el Galardón de Reyes con el que Fitero reconoce a los vecinos que destacan por su labor en la promoción, difusión y mejora tanto de la localidad como de sus vecinos.
Aguirre reconocía que a la homenajeada le costó aceptar el premio. «Todavía me duelen los oídos de ese no, no, no y no tengas el atrevimiento de darme el galardón el día en el que te llamé para decirte que ibas a ser. Y la bronca tan cariñosa del día que publicamos en las redes sociales que eras la la galardonada».
Tras este recuerdo, Aguirre ofreció argumentos suficientes para avalar la elección de la homenajeada. Por el trabajo permanente, discreto, callado, delicado y abnegado» que la homenajeada ha dedicado a la promoción y difusión de la gimnasia rítmica no solo en Fitero, sino en otras muchas localidades de la Ribera de Navarra y La Rioja. «Han pasado generaciones de niñas y niños por tus clases donde han aprendido, no solo los secretos de la gimnasia rítmica, sino también la importancia de la disciplina del trabajo en equipo y del equilibrio necesario en la vida para saber hablar y saber callar, del esfuerzo, del éxito, del saber ganar y respetar al que pierde y de saber perder honrando al que gana. En tu caso, Eli, lo haces con humildad y convicción. Por eso, Eli, detrás de este galardón, detrás de estos detalles, está el reconocimiento del pueblo que hoy te honra», aseguró Aguirre.
«Carmelo me enseño a querer a este pueblo»
Por su parte, la homenajeada, en una emocionada intervención, recordó en numerosas ocasiones a su marido, el que fuera alcalde de Fitero, Carmelo Aliaga, al que quiso hacer partícipe del reconocimiento. «Todos sabemos que a lo largo de la vida hay que dar muchas veces gracias por de dónde vienes, con quién estás y a dónde quieres ir. Y yo decidí dedicarme a la gimnasia rítmica gracias al apoyo y al amor incondicional de Carmelo hacia mí».
También tuvo palabras cariñosas hacia sus hijos, por el apoyo recibido en su labor en la gimnasia rítmica. «Saben que soy feliz haciendo esto. Y cuando a una se le va el pilar de su vida se apoya en la familia, en los amigos para poder seguir adelante».
Pero fue a Fitero, a la localidad y a sus vecinos, a los que dedicó sus palabras más sinceras. «Sabéis que he pasado aquí momentos malísimos. Lo sabéis. Pero con el apoyo de todo un pueblo se sale adelante aunque no quieras. Eso no se me olvidará nunca».
Pese a las reticencias iniciales, Eli Moreno reconocía la ilusión por el premio. «No necesito un premio por hacer lo que hago y hacer lo que me gusta. Tampoco creo que lo merezca. Yo lo hago porque soy feliz. No me hace falta más. Pero cuando salí a la calle, y vi a mis chiquillas correr y la gente que me paraba y me abrazaba por la calle, vi en sus ojos y en los abrazos que querían que fuese yo la que recibiese el galardón. Y eso me hizo cambiar de opinión», concluyó la homenajeada.