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El Universo de Óliver, ópera prima del gaditano Alexis Morante, ha sido la película encargada de abrir la sección oficial del Festival Opera Prima de Tudela. El director ha estado en Tudela acompañado en la presentación al público por el productor del filme, José Alba.
El Universo de Óliver es, en palabras de Morante, un homenaje al cine de los años 80 y la historia de un niño que se muda a un nuevo lugar y que tiene su semilla en un cortometraje del director, «Voltereta». Ese corto fue el germen visual de la película, y quizás, sugiere el director, lo que inspiró a su amigo Miguel Ángel González, a escribir «El Universo de Oliver». «Leí su manuscrito 2009 y me impacta y me emociona tanto, porque se trata de cosas de nuestra infancia, que le digo que si algún día consigo una película me gustaría que estuviera basada en esa historia que había creado».
La película combina el realismo mágico con el drama y el cine infantil lo que le aporta originalidad pero también la convierte en un producto arriesgado. «No quería hacer una película de arte y ensayo, de final abierto, quería hacer una película de realismo social pero unido a un cine comercial que pueda ver toda la familia. Yo sí que la separo del cine comercial blanco. El Universo de Óliver es más complejo porque tiene distintos niveles, hay cosas que emocionan a los pequeños, otras a los más mayores, creo que para cada generación tiene una lectura distinta», explica Morante.
Para el productor, José Álba, Óliver, como película, destaca por no tratar a los niños como niños que no saben nada. «Cuentan cosas duras, como es la realidad, y eso lo hace esta película y por eso tiene tan buena acogida en todas las edades. no es una película sencilla y simplona como ahora que para mi gusto se están simplificando mucho determinadas cosas».
Futuro
Tras su primera experiencia en el largometraje de ficción, Morante reconoce que vendrán más proyectos, pero que se alejarán del estilo de su primera película. «Me siento cómodo en este cine pero siento que no es el cine que debo de hacer. El Universo de Óliver ha sido una cuenta pendiente que tenía conmigo mismo, de que mi primera película fuese un homenaje a mi infancia, a los abuelos, y al cine que me hizo descubrir el cine. Los siguientes proyectos no irán por ahí, pero sí que tendrán el nexo común de que sean emocionantes, cuenten algo y transmitan al público».
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