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Luis Cornago Bonal ha sido uno de los 120 estudiantes españoles reconocidos por las prestigiosas becas de postgrado que concede «La Caixa». A sus 24 años, este tudelano, doble grado en ciencias políticas y sociología se especializa en la actualidad en economía política comparada en la London Schooll of Economics and Political Science. A ello suma un inquieta actividad editorial aportando artículos en revistas y foros especializados en economía como Politikon o Agenda Pública pero también sobre música, una de sus grandes pasiones firmando críticas en diferentes medios.
La concesión de la beca «La Caixa» ha sido la recompensa a una trayectoria que inició en el colegio de Jesuitas de Tudela, donde completó sus estudios de secundaria y bachillerato antes de abordar un doble grado en Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad Carlos III de Madrid además de estudios en Carleton College de Estados Unidos y Copenhagen Business School, de Dinamarca. «Hace bastante tiempo que conocía la existencia de las becas de “la Caixa” y sabía de la dificultad de conseguir una de ellas. Por tanto, los últimos años de carrera me esforcé especialmente para lograr un buen expediente y completé mi formación en el extranjero, a la vez que realicé prácticas en diferentes organizaciones internacionales. Además, la ayuda de mi familia, amigos y profesores ha sido indispensable para que finalmente consiguiera la beca y hoy pueda estar estudiando en la London School of Economics and Political Science (LSE), una de las mejores universidades del mundo en el campo de las ciencias sociales».
Conseguirla, asegura «ha supuesto un gran honor ya que muchos académicos o profesionales a los que admiro también recibieron esta beca en otras convocatorias. Por otro lado, conocer al resto de las personas que han recibido la beca es muy enriquecedor y estimulante. Todos son personas con trayectorias brillantes e intereses muy diversos con las que aprendes continuamente».
Cornago reconoce que encaminó sus pasos hacia esta especialidad durante los años de universidad. «Una de las asignaturas me llamó más la atención fue política comparada, que es a día de hoy uno de los principales campos de investigación dentro de la ciencia política».
De este ámbito resalta que a pesar de que fenómenos como la globalización o la integración europea hayan hecho que los sistemas políticos y económicos de las democracias occidentales sean más parecidos, todavía observamos importantes diferencias entre unos países y otros. «Unos países invierten más en políticas de infancia que otros o tienen un Estado de bienestar más inclusivo. Del mismo modo algunos países tienen sistemas electorales más proporcionales que otros. Aunque puedan parecer cuestiones banales, estas explican parcialmente por qué el ascenso de la desigualdad durante los años de la crisis ha sido más pronunciado en unos países que en otros o por qué históricamente ha sido más frecuente encontrarnos con gobiernos de coalición en unos países que en otros. Por otro lado, la situación de excepcionalidad en términos económicos, políticos y sociales en la que se encontraba Europa (y especialmente España) mientras estudiaba la carrera en Madrid fue muy importante a la hora de definir mis intereses académicos e interesarme por cómo los cambios económicos impactan sobre la política y viceversa».
El master, avanza, concluirá en septiembre y después, indica, «me gustaría abandonar lo estrictamente académico durante uno o dos años y, antes de empezar el doctorado, trabajar en organizaciones internacionales, “think tanks” o el sector privado».
Con su experiencia no duda en animar a los jóvenes que ahora cursan sus estudios de bachillerato o universidad a estudiar lo que más les apasione y no dejarse llevar por los tópicos. «En mi caso, realicé el bachillerato científico-técnico y a la hora de elegir la carrera di un giro de 180 grados. Aunque en su momento tuve muchas dudas, a día de hoy me alegro de haber tomado aquella decisión. Además, cada vez es más importante la formación multidisciplinar, así como las habilidades analíticas y cuantitativas, por lo que les animaría a formarse en distintas materias y, en la medida de lo posible, estudiar o trabajar en el extranjero durante el grado», concluye.
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