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El retorno de los envases a tiendas y supermercados, por Julen Rekondo

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El Congreso de los Diputados aprobaba el 22 de abril de 2022 la Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular, que incluye objetivos de prevención, recogida separada, reciclaje y reutilización, que permitía devolver latas, botellas y briks de aguas, cervezas, zumos y refrescos a tiendas y supermercados para evitar que cada día se sigan perdiendo 35 millones de envases de bebidas.

Siete meses después, en el Real Decreto de Envases aprobado se señalaba la hoja de ruta para la implantación del Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) y fijaba objetivos concretos de reutilización para los hoteles, restaurantes y cafeterías (30% para aguas, 80% para cervezas, 60% para refrescos y 20% para otras bebidas para 2025), como para el canal doméstico (10% del volumen puesto en el mercado de 2030).

Sin embargo y a pesar de que en la actualidad el SDDR está implantado en diversos países de la UE, en el Estado español y, por tanto, en ninguna comunidad autónoma, el SDDR no está en funcionamiento. Diversos estudios, como el de Retorna (entidad sin ánimo de lucro integrada por asociaciones empresariales de la industria del reciclado, organizaciones ecologistas, sindicatos y asociaciones de consumidores), han demostrado la viabilidad económica del sistema de retorno de envases, además de las ventajas ambientales y sociales que conlleva.

En el caso de Navarra, cabe decir que tras la aprobación de la Ley Foral de Residuos y su Fiscalidad el 7 de junio de 2018 de forma exitosa por el Parlamento de Navarra, se contempla la implementación del Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), pero no se ha hecho nada.

En estos días en que se cumple un año de la aprobación del Real Decreto de Envases, 74 organizaciones, a las que se han sumado otras hasta completar las cien, entre ellas, asociaciones de consumidores, ecologistas, sindicatos, etcétera, de todos los territorios del Estado español, han presentado un manifiesto conjunto para exigir al Gobierno español que despliegue por completo la Ley de Residuos y el Real Decreto de Envases para que la reutilización y el retorno de envases en tiendas y supermercados sea una realidad cuanto antes.

En dicho manifiesto exigen “el cumplimiento de los objetivos de reutilización y la llegada de un sistema de depósito para latas, botellas y briks como el que ya funciona en diversos países europeos y que está previsto que se implante en 15 estados más en los próximos dos años. Aseguran que con esta práctica se logra reutilizar o reciclar más del 90% de estos envases”.

Las asociaciones firmantes se quejan de que a pesar de las evidencias sobre la “falta de eficiencia y transparencia en la gestión actual de los residuos de envases”, por el momento, ni las comunidades autónomas ni el gobierno estatal están dando los pasos necesarios para desplegar las medidas incluidas en la Ley y el Real Decreto de Envases.

Estas entidades se refieren sobre todo a los objetivos de reutilización y al de recogida separada del 70% de las botellas de bebidas de plástico de menos de tres litros en 2023 que, si no se cumple, significará automáticamente la implantación del sistema de depósito y retorno en España. El año de esta medición toca a su fin y, hasta la fecha, las entidades denuncian que se desconoce si las Comunidades Autónomas están contabilizando las botellas de plástico de bebidas recogidas separadamente o en base a qué metodología lo están haciendo, cuáles son las cifras que han aportado los productores sobre las botellas que ponen en el mercado o qué medidas de control ha establecido el Ministerio para asegurar la imparcialidad y transparencia del proceso”.

Los sistemas de depósito, devolución y retorno de envase se basan en que el consumidor deja en depósito unos céntimos cuando compra, por ejemplo, una botella de refresco y ese dinero lo recupera cuando devuelve al comercio el envase vacío. La implantación o no de este sistema en el Estado español ha estado inmersa en un intenso debate entre sus defensores -lideradas por organizaciones ecologistas y de consumidores- y sus detractores -Ecoembes, la empresa que gestiona los residuos de envases a nivel estatal y en la que están representados los intereses de los productores, comercios y la distribución-.

Cada día, en el conjunto de las comunidades autónomas se abandonan en calles, playas y parajes naturales, o se incineran 28 millones de envases de bebidas. Estas cifras demuestran que el sistema de gestión actual tiene unos índices de recogida selectiva ineficientes totalmente. Está bastante claro que el SDDR es el sistema más eficiente, ya que asocia un valor a cada envase para que éste sea devuelto por los consumidores al comercio para su correcta reutilización o reciclado. Otra cosa es que el lobby de fabricantes encabezados por Ecoembes no quieran optar por la solución más lógica sino por la que mejor les resulta.

Tras más de 20 años de funcionamiento de Ecoembes, hay numerosas críticas a su gestión, y entre ellas, las realizadas en un informe de Greenpeace en el que se viene a decir, que a partir de datos públicos y publicados por la Administración, solo el 25% de los envases plásticos se recuperaron en España en 2021, mientras que Ecoembes, gestora de los contenedores amarillos y azules, afirma que la tasa de reciclado de los envases que gestiona fue del 82,8% en 2021, un 87,3% en el caso del plástico.

Ya es hora de que se pongan todos los medios para la puesta en marcha del retorno de envases al comercio, ya que es la única forma de que los productores, los supermercados y los responsables de los contenedores de recogida de envases se responsabilicen al 100% de todas sus latas, botellas y briks de bebidas, y de esta forma se asegura su reutilización o reciclaje en su totalidad.

Julen Rekondo, experto en temas ambientales y Premio Nacional de Medio Ambiente