sentencia Mancomunidad Ribera
Fernando Ferrer, presidente de la Mancomunidad de la Ribera, durante una intervención en el pleno del ayuntamiento de Tudela
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El presidente de la Mancomunidad de la Ribera, Fernando Ferrer, ha defendido su gestión al frente de la entidad en el proceso de licitación del contrato de limpieza mancomunada y ha señalado que, en este asunto, su único interés es lograr el mejor servicio de limpieza para Tudela y las localidades de la Ribera. «Mis decisiones se están guiando por técnicos y juristas de la Mancomunidad que son quienes llevan el peso de la contratación como ocurre en cualquier administración», ha indicado.

Ferrer ha calificado como injusto que varios grupos políticos hayan pedido su dimisión por un pliego que, ha recordado, es heredado de los anteriores responsables de la Mancomunidad. «Les reconozco que, personalmente llevo el último año y medio con el asunto, pero también hay que decir que lo podían haber adjudicado los anteriores gestores. Ya tenían los informes técnicos encima de la mesa, tenían las valoraciones y podían haber avanzado a la valoración económica para adjudicar a la empresa que hubieran determinado». También considera que la rueda de prensa en la que han pedido su dimisión es un acto para «presionar el Tribunal de Contratos, al igual que en las anteriores. Cada vez que tiene que salir una resolución, curiosamente, ofrecen una rueda de prensa sobre la Mancomunidad».

Respecto al silencio y la falta de explicaciones que le achacan, ha defendido que la mesa de contratación está formada por el presidente, una secretaria, un interventor, un técnico de contratos del Gobierno de Navarra y tres técnicos de la mesa, «y que yo sepa, nadie que forma parte de una mesa de contratación da explicaciones en mitad del proceso. Yo no lo veo en prensa y procesos de adjudicación en Navarra hay muchos. El proceso lleva sus tiempos, que gustarán más o menos, pero los políticos no deciden. No se pueden dar explicaciones sobre un proceso abierto cuando, además, la ley de contratos, pide sigilo en los procesos administrativos, algo que saben todos los que dan ruedas de prensa», ha recordado.

Un pliego inadecuado

Ferrer ha culpado de la situación al pliego que prepararon los anteriores responsables de la Mancomunidad que, ha apuntado, el propio Tribunal de Contratos de Navarra en su primera resolución dice que adolece de criterios técnicos, opinión a la que también se suma otro informe técnico que establece que el pliego no tiene subcriterios y ponderación de los mismos, ha recordado. «Eso parece que les importa poco. Solo se agarran a las líneas que se quieren agarrar y por eso nuestra apuesta fue intentar realizar un nuevo pliego. El Tribunal dictó una resolución en la que nos dijo que no podía ser, y hemos tenido que seguir adelante. Si hubieran hecho bien el pliego no hubiéramos llegado hasta aquí», ha asegurado.

Entre estas deficiencias, Ferrer ha recordado que el pliego deja libertad a los licitadores para que planteen sus propios planes de limpiezas para barrer 18 millones de metros cuadrados. «Tres informes redactados por los técnicos decían que a una de las empresas le faltaban 8.800, 8.083 y 6.400 horas para poder cumplir con ese requerimiento, pero el Tribunal lo desechó, porque el pliego establece que el plan de limpieza da libertad a las empresas que licitan y la mesa tiene que asumir los que las empresas le plantean, porque eso no se puso en el pliego de la manera adecuada».

En este sentido ha recordado que algunas de las diferencias entre las propuestas eran 10.000 horas más anuales, 100.000 horas para 10 años de contrato, que las actuales horas de barrido para las calles de Tudela; 580.000 euros de bajada respecto al precio de licitación frente a los 64.000 de la otra, 17 máquinas frente a 14, y 8 sedes de servicio frente a 4. También ha criticado que el pliego no determine un mínimo de las personas que tienen que formar parte del contrato, «algo en lo que no se marca un mínimo y vuelve a quedar al libre albedrío de las empresas que concursan, mientras en otros contratos se fija un mínimo de las personas que tienen que realizar los contratos. Eso se llama crear poco empleo público y se podía haber aprovechado para crear empleo en el servicio de limpieza», ha recalcado.

Por último, ha recordado que en el proceso, los técnicos de la mesa valoraron las cuatro empresas que se han presentado al concurso. «Dos quedaron excluidas porque no llegaban a la puntuación mínima y las otras dos han superado la puntuación mínima, logrando una valoración prácticamente similar, todo con el acuerdo de los técnicos. La diferencia ha llegado en la valoración económica, una con una rebaja de 580.000 euros en una oferta y 63.000 en la otra, que además, es la que ofertaba menos horas y menos maquinaria», ha indicado.

Informe de Comptos: «Que fiscalice si lo estima oportuno»

Ferrer no ha mostrado ningún temor a que la Cámara de Comptos realice un informe sobre el proceso de adjudicación del contrato de limpieza Mancomunada. «Qué venga es algo que puedo entender y ayudare en lo que necesite. La Cámara de Comptos hace su trabajo y el Tribunal de Contratos es quien dice si el procedimiento es el adecuado. Para que el procedimiento se lleve como se tiene que llevar tengo un secretario, un interventor y un técnico del Gobierno de Navarra en la mesa, y el Tribunal de Contratos no ha dicho en ningún momento que el proceso lo estemos haciendo de manera inadecuada».

 

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