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El ayuntamiento de Tudela ha aprobado en pleno de manera inicial la Ordenanza municipal de protección del Medio Ambiente Urbano contra la emisión de ruidos y vibraciones; la modificación de la Ordenanza General de Tráfico, Ordenanza Reguladora de los locales destinados a “Cuartos de Cuadrilla” y Ordenanza reguladora de tramitación de licencias urbanísticas y actuaciones comunicadas del Ayuntamiento de Tudela.
El concejal de Urbanismo y Servicios Contratados del ayuntamiento de Tudela, Zeus Pérez, ha explicado que la tramitación de esta ordenanza pretende solucionar la problemática del ruido en nuestra ciudad, actualizar la actual normativa totalmente desfasada desde el año 2003, «una ordenanza que no nace en contra de nadie, sino a favor de todos, de la convivencia de todos», ha explicado.
El nuevo texto normativo consta de 59 artículos y trata de adecuarse a la legislación nacional vigente. En este texto, ha reconocido Pérez, «destaca la posibilidad de declarar zonas acústicamente saturadas como reivindican algunos vecinos de la ciudad, declaración que se ha establecido garantista, vinculando esta declaración a un estudio y da la competencia a este pleno para establecer las medidas correctoras». Pérez ha señalado que la ordenanza no afectará a la hostelería que cumple la ley, «solo será problema para los provocadores de ruido y los establecim¡entos que incumplan la ley del ruido».
«No es el bálsamo de fieragras, estamos ante un problema de enorme complejidad, y habrán de tomarse medidas de concienciación, estudiar muchas otras y poner voluntad para mejorar la convivencia urbana», ha reconocido el edil.
Ruptura del consenso
La aprobación inicial de la nueva ordenanza ha provocado un nuevo enfrentamiento entre el equipo de gobierno y la oposición, que votó en contra siendo necesario el voto de calidad del alcalde para deshacer el empate al estar ausente uno de los concejales de Navarra Suma.
El portavoz del PSN, Ángel Sanz, justificó el rechazo sino por la convicción de que en el periodo de alegaciones «podrán ser aceptadas propuestas y llegar a acuerdos que beneficien al conjunto de la ciudadana antes de su aprobación final».
En términos similares justificó su postura la concejal de IE, Olga Risueño. «La única manera de hacer alegaciones es votar en contra, si no no podremos alegar. Nuestra intención es intentar mejorar. Hay malestar entre vecinos y vecinas y nuestra obligación es escuchar ese malestar», señaló la edil.
Este rechazo provocó malestar en el titular de Urbanismo que calificó el posicionamiento de ambas formaciones como «un acto de solemne felonía» acusando a ambas formaciones de desleales. «Rompen el consenso y tomo nota. Ustedes explicarán las razones. He atendido y recogido todas sus peticiones. Me siento a hablar con gente leal, de palabra, y ahora actúan de manera irresponsable. Esto marcará un antes y un después en las relaciones que tengamos. He actuado con responsabilidad y me han guardado una fiesta sorpresa», reconoció.
Sanz insistió que no se puede calificar el posicionamiento del PSN como irresponsable «por votar los que creemos justo» y pedir una carta en blanco para «acompañar al equipo de gobierno en cuestiones difíciles o que consideran un marrón». Por su parte, Risueño recordó que no se puede calificar de desleal el propósito de alcanzar consensos. «Si algo es mejorable la norma nos dice que hay que votar en contra porque si no no podremos alegar», explicó.
Ninguno de los argumentos fueron válidos para Pérez que zanjó el debate con la convicción de que «el ruido es beneficioso cuando en vez de solucionar un problema se quiere aprovechar políticamente».
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