Mariano Lasheras Cueva lleva 36 años vinculado al mundo de la construcción y 21 al frente de Tecnoaislantes, empresa tudelana especializada en trabajos en escayola, Pladur y aislamientos, un sector que se ha desarrollado especialmente gracias a las innovaciones y soluciones técnicas que vienen ofreciendo el cartón-yeso unido al desarrollo de materiales aislantes.
El desarrollo de estos productos, asegura, ha relegado a la escayola a pequeños trabajos o muy específicos y ha sustituido en muchos casos al ladrillo. «Es un material que da menos problemas, es más limpio y ofrece todo tipo de posibilidades. Aísla, se dilata más que la escayola evitando la aparición de rajas, se mancha menos en la ejecución de los trabajos y permite desarrollar tanto tabiquería como techos, incorporarando aislamientos o elementos constructivos decorativos», explica Lasheras.
Los trabajos con Pladur permiten combinar el diseño con el aislamiento térmico y acústico
En sus proyectos Lasheras confía en Pladur, marca española de referencia en el sector del cartón-yeso, con la que, asegura, se llevan a cabo la mayoría de los proyectos que se demandan en la actualidad en los acabados que son tendencia en los proyectos constructivos que están desarrollando los arquitectos. «Predominan las líneas rectas, que han desplazado totalmente a las molduras, y se aprovechan las posibilidades del Pladur para ejecutar fosas, entrecalles para la instalación de luces indirectas. Tiene muchas posibilidades decorativas porque ofrece muchas opciones y se pueden desarrollar ideas para aprovechar desde huecos y espacios hasta diseñar muebles de salón».
Asimismo el desarrollo de este producto, explica, ofrece en la actualidad resistencia para colgar tanta carga como sea necesaria y ofrece un efecto pantalla eliminando sonidos a baja frecuencia que se puede reforzar combinando su instalación con otros materiales aislantes. «Las soluciones en aislamiento que ofrece el Pladur se complementan con lana de roca y productos como mantas de butilo, materiales geotextiles y silentblock» y que se ejecutan especialmente en proyectos que se desarrollan en bares y locales comerciales, «pero que también se demandan para la vivienda, donde en los últimos años no se ha trabajado como debería el tema del aislamiento, apostando por materiales baratos».