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El fin de semana del 10 y 11 de agosto, y como clausura de las XXIV Jornadas Medievales de Cortegana (Huelva), el ilusionista navarro Pedro III tuvo la oportunidad de poner en escena un espectáculo totalmente tematizado de Magia Medieval.
Cortegana se puso un año más su traje medieval de gala para acoger una de las celebraciones culturales con mayor respuesta de público de todo el verano en la Sierra de Huelva. Sus jornadas Medievales retornan a una época en la que señores y vasallos convivían en un territorio marcado por las disputas entre los reinos de Castilla y Portugal.
En el recinto del Castillo de Cortegana, y a los pies de la Torre del Homenaje, más de 2500 personas fueron testigos del desenlace de la historia medieval presentada por el ilusionista navarro; un espectáculo de Grandes Ilusiones en el que lleva trabajando casi un año… Números de magia con fuego, espadas, cuchillos y lanzas con los que Pedro III ofreció su peculiar visión de los caballeros templarios con “poderes mágicos”…
La temática de este año de las jornadas ha girado en torno al mundo del circo y Pedro III recibió el encargo de convertirse por unos días en un caballero templario llamado Claraval, hombre santo, sabio y guerrero para unos; hereje, infame y huido de la justicia para otros… Cuenta la leyenda que Claraval tuvo que infiltrarse en un circo medieval itinerante para pasar desapercibido ante las autoridades en su huida a Portugal. Gracias a la ayuda del pueblo de Cortegana cuando estaba a punto de ser apresado, Claraval (Pedro III), el caballero templario perseguido por la justicia, logró su objetivo y llegó a Portugal. Por este motivo, y antes de desaparecer definitivamente del Reino de Castilla, nuestro caballero ofreció un espectáculo de magia y artes medievales a los habitantes de Cortegana…
Para Pedro III ha supuesto una gran responsabilidad el hacerse cargo del acto de clausura de una de los Jornadas Medievales más importantes de la península. Por este motivo, el rotundo éxito y las felicitaciones recibidas tanto del público asistente, como de los organizadores, autoridades y máximos responsables del evento, supone un auténtico premio y reconocimiento al intenso trabajo de diseño, preparación y ensayos llevado a cabo los últimos meses.
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