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Manuel Martín Cuenca recibió el primero de los homenajes previstos en la XXVIII Muestra de Cine de Tudela a la que llegó acompañando la proyección de “La Hija” y arropado por las actrices Patricia López Arnáiz y la joven Irene Virgüez.
La Muestra de Cine de Tudela ha querido reconocer la particular visión que Manuel Martín Cuenca viene aportando a la cinematografía española, con un cine que el propio director reconoce en los límites de la industria. “Mi objetivo como cineasta fue hacer películas que estuvieran en la frontera geográfica, emocional y narrativa, con personajes al límite de la sociedad y que de alguna manera definen la identidad de esa sociedad. Me siento que estoy en la industria, pero muy al límite de la industria”, aseguraba.
El director de la Muestra de Cine de Tudela, Luis Alegre, calificaba al homenajeado como “un director con una personalidad impresionante y un cine de lo más interesante, subyugante y perturbador y que cuenta con películas como “La Hija”, “el Autor”, “Caníval”, “La Flaqueza del Bolchevique” o “La mitad de Óscar” que me parecen de lo más original, interesante y atractivo del cine español del siglo XXI”. Una de las peculiaridades de este cine subyugante y perturbador surgen, explicaba Martín Cuenca, “de que uno no hace el cine que quiere hacer, sino el cine que le sale y el que le deja la industria y entre ello surgen unas películas que tienen que de alguna manera tratan sobre los temas que a mí me interesan”.
El almeriense se llevó el premio Castildetierra y el siempre agradecido reconocimiento del público tudelano que no falla a esta cita año tras año. “Tudela es un lugar en el que me siento querido. Es algo muy bonito porque lo primero que pienso cuando llego a Tudela es que quiero quedarme más tiempo”.
Por su parte, Patricia López Arnáiz, ganadora del premio Goya a la mejor interpretación el pasado año por su interpretación en “Ane”, vuelve a deslumbrar en “La hija” con un papel en el que interpreta a un personaje que, aseguró, le cautivó desde la lectura del guión. “Ha sido una relación muy intensa, una inmersión total. Nos fuimos a Cazorla, nos olvidamos de nuestras vidas y nos sumergimos en la historia a tope. Cuando la historia está tan bien formada, construida, tiene tanta coherencia y las situaciones en escena tienen tanta potencia narrativa el único trabajo que tienes que hacer cómo actriz es entregarte”.
Junto a ellos estuvo Irene Virgüez, que ha debutado con en el mundo del cine dando vida al personaje de Irene que le han valido los elegios por la capacidad que ha demostrado, pese a su juventud, de defender un personaje y una relación tan compleja como la que mantiene con el resto de personajes de la película. La joven actriz explicó sentirse cautivada por la experiencia que ha vivido en su primera película. “La evolución del personaje ha sido lo que más me ha aportado a mí como persona. Ha sido como una relación de adolescente a adolescente, dos niñas inocentes que empiezan a madurar y evolucionan. Agradezco que a día de hoy sea lo que más me ha hecho madurar como persona”.
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