La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite
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La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, ha dado a conocer este mediodía el proyecto constructivo de la segunda fase del Canal de Navarra y ha anunciado que el Gobierno de Navarra espera licitar las obras el próximo año 2023.

Chivite ha dado a conocer las características del proyecto tras la reunión que ha mantenido la sociedad pública CANASA, en la que se conocido el proyecto que contempla la conducción del agua a través de la construcción de una doble tubería simultánea sin decalaje de 71,4 kilómetros de longitud.

Chivite ha recordado que la segunda fase del canal «era y es uno de nuestro principales compromisos» ya ha recordado que su ejecución va a suponer una garantía para el suministro de agua de boca para una población de 70.000 personas de la Ribera de Navarra y que va a posibilitar la puesta en regadía de 21.522 hectáreas.

El proyecto

Para hacerlo realidad va a ser necesaria una inversión de 249,7 millones de euros que permitirán acometer las infraestructuras necesarias para que el agua llegue desde Pitillas, donde finaliza la primera fase del Canal de Navarra, hasta Ablitas.

La primera infraestructura será la Balsa de Mostracas, en el término municipal de Pitillas, que desarrollará la función de absorber las aguas no consumidas de la primera fase y asegurar que la tubería que traerá el agua hasta la Ribera esté siempre abastecida. Será el nexo de unión entre la primera y segunda fase del Canal de Navarra, tendrá una capadidad de 107.000 metros cúbicos y un coste de 7,4 millones de euros.

De esta balsa partirá la doble conducción a través de tuberías de acero helicoidal con unos diámetros que variarán entre 1,5 y 2 metros de diámetro en la que se contemplan obras de toma para agua de boca y suministros de riego en 12 puntos de sus 71,4 kilómetros de longitud. El coste de su construcción será de 202,8 millones de euros. A lo largo del trazado se cruzarán los ríos Aragón, Ebro y Queiles, salvaguardando las condiciones ambientales. Se atraviesan más de una docena de carreteras así como infraestructuras ferroviarias, y de riego y redes de abastecimiento, entre otras. El coste de esta doble conducción asciende a 202,8 millones de euros.

Por último, el proyecto contempla la construcción de la Balsa de Tudela, situada en el paraje conocido como Montes del Cierzo, a medio camino entre los municipios de Cintruénigo y Tudela. Su función consiste tanto en el almacenamiento como en la regulación de la reserva hidráulica. Su capacidad de almacenamiento es de 7,95 millones de metros cúbicos, resultando una infraestructura trascendental para la garantía de agua de calidad a la Ribera así como para su blindaje ante el cambio climático. El coste previsto de ejecución de esta balsa asciende a 39,5 millones de euros.

La tercera infraestructura que contempla el proyecto es la Balsa de Tudela, que se construirá en Montes de Cierzo, entre los términos municipales de Tudela y Cintruénigo con una capacidad para 7,95 metros cúbicos y un coste de 39,5 millones de euros. Su función, ha explicado la presidenta, será almacenar y regular la reserva hidráulica de manera que, en época de máxima demanda, la conducción se abastezca en parte de esta balsa y en parte del agua de la tubería.

Una vez finalice la revisión del proyecto, ha explicado Chivite, se impulsará el estudio de impacto ambiental que corresponde al Ministerio de Medio Ambiente y la Confederación Hidrográfica del Ebro, con el objetivo de poder licitar las obras el próximo año 2023 conun plazo de ejecución de 48 meses.

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