[ihc-hide-content ihc_mb_type=»show» ihc_mb_who=»4,5,6,7,8,9″ ihc_mb_template=»2″ ]Después de 120 minutos de batalla sin cuartel, el desenlace del último minuto, imposible de presagiar porque a falta de esos 60 segundos ElPozo Murcia dominaba, fue tremenadmente emocionante. El Aspil-Vidal Ribera Navarra FS, que murió siendo siempre fiel a su estilo, anotó dos goles por mediación de Lucas y Javivi y dispuso de 23 segundos para llevar el partido a una prórroga que se antojaba imposible.
De repente, ElPozo se tambaleaba, y Javivi, desde fuera del área, tuvo en sus botas el milagro, pero el balón se marchó fuera y los riberos se despidieron del playoff de la LNFS tras caer por 4-3 ante ElPozo Murcia en el tercer y definitivo choque de una eliminatoria en la que el estilo de los de José Lucas Mena ‘Pato’ fue innegociable, como toda la temporada. Una campaña en la que los naranjas han llegado hasta la Final Four de la Copa del Rey y al playoff de la LNFS después de mostrar en cada una de las pistas la valentía y el descaro que son su seña de identidad.
En el Palacio de los Deportes, los riberos también quisieron llevar la iniciativa en todo momento, pero ElPozo se llevó el gato al agua viviendo de los errores visitantes, las transiciones, un estelar Fede y, en momentos puntuales, también la suerte. En semifinales, los de Diego Giustozzi se enfrentarán al Jaén Paraíso Interior con ventaja de campo.
El inicio del tercer y definitivo duelo fue a tumba abierta. En menos de 90 segundos, David y Sergio ya habían puesto a prueba a Fede. En la portería contraria, Andresito ya había dispuesto de dos ocasiones muy claras. El frenesí no paraba y, otra vez, llegó un error en la salida de balón. Otra vez, el mismo castigo, el gol. Esta vez, de Fernando cuando todavía no habían pasado 2 minutos de partido. Sin apenas tiempo para reponerse, Álex, de volea tras un pase largo de Fede, anotaba el segundo a los 4 minutos de partido.
El Aspil estaba obligado a recomponerse, y Tripodi, de tacón tras un pase filtrado, volvió a poner a prueba a Fede, una pesadilla en Murcia, que volvió a responder con el pie. El Aspil iba creciendo. El balón era suyo y, con él, la confianza, que aumentó cuando Pazos anotó el 2-1 en el minuto 9 tras batir a Fede a bocajarro después de un disparo de Lemine que el portero no pudo despejar lejos.
ElPozo sufría, pero volvió a encontrarse con el gol, esta vez, con fortuna, ya que Álex desvió a la red un disparo de Drasler tras un córner. Era el minuto 11 y volvían al marcador los dos goles de diferencia para los locales. Pese a este nuevo golpe y a la presión elevada de ElPozo, los riberos siguieron trabajando y creyendo a través, siempre, de la posesión de balón. De esta forma generaron varias llegadas hasta el final de la primera mitad, pero siempre aparecía Fede.
Sin generar juego, ElPozo se marchó 3-1 al descanso después de un gol tras un error en la elaboración, un golazo después de un balón largo de Fede y una jugada de estrategia.
23 segundos de emoción
A la vuelta de vestuarios y pese al 3-1, el Ribera salió en busca de ese tanto que le devolviera al partido. Y muy cerca de encontrarlo anduvo Ferran tras un robo de balón y la contra posterior, pero Pito, muy rápido, consiguió recuperar la posición y desviar el disparo del catalán.
ElPozo no cambiaba el guión. Presión alta y transiciones rápidas. Así, Pito tuvo el cuarto, antes de que Fede volviera a aparecer por enésima ocasión (acabó con 18 paradas en su hoja de servicios) en un choque en el que los minutos caían como losas en los ánimos y en las piernas de los riberos, desgastados también tras el tremendo esfuerzo del sábado.
Los blancos no encontraron el gol, pero sí lo volvió a hacer ElPozo, gracias a Drasler de disparo lejano. Quedaban 10:30 y todo pasaba por el portero jugador. El equipo, con seguridad y paciencia pese al marcador, movía bien la pelota, pero no acertaba con el pase definitivo hasta que lo hizo, a falta de segundos. Fue obra de Lucas a pase de Javivi y, aunque muy remotas, las opciones volvían a aparecer. El equipo, a contrarreloj, seguía trabajando y Javivi, tras una buena jugada personal que culminó con un fuerte disparo, anotó el 4-3. De pronto, la esperanza se hacía tan grande como pequeño era el tiempo que quedaba. Y el Ribera la tuvo, de nuevo, por mediación de Javivi, pero su disparo se marchó fuera y, con él, las ilusiones de los naranjas, que se despidieron de la campaña con la cabeza bien alta y la tranquilidad del trabajo bien hecho y la superación de los objetivos marcados en el ya lejano agosto.
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