El Aspil-Jumpers Ribera Navarra FS ha caído en los penaltis ante Soliss FS Talavera y se ha despedido de la Copa SM El Rey en dieciseisavos de final de la competición, en la que debutaba.
Lo ha hecho después de dos horas de un combate igualado que ha acabado 3-3 y se ha decidido en los penaltis. Una tanda a cara o cruz que ha seguido la tónica de la cruel temporada que están sufriendo los riberos, que han caído después de que Lemine, protagonista de casi todo, errara el primer lanzamiento. Después, ni Cuxart, que tuvo que hacer frente a dos polémicos penaltis en el partido, ni Gus, tuvieron fortuna para detener los disparos locales.
Desde el segundo uno quedó claro que no iba a ser fácil. Talavera, un buen equipo de Segunda División, puso a prueba a Cuxart, que cuajó una gran actuación, nada más empezar. El balón era local en esos momentos, pero las ocasiones fueron escasas hasta que Lemine se cruzó el campo de banda a banda en una conducción y remató con un tiro cruzado que entró junto al palo.
Era el minuto 7, y la alegría se disipó enseguida. Unos segundos más tarde, el propio Lemine desviaba a gol un córner de los locales. Era el primer aviso de que la diosa fortuna, otra vez, no iba a estar del lado del Ribera, que reaccionó bien a este tanto. Sin embargo, y después de varios minutos de calma, al Aspil le señalaron un penalti dudoso que Kike convirtió en el 2-1 a poco más de un minuto del final. Debido a las protestas, Pato fue expulsado. Otra adversidad más en una temporada llena de desgracias.
Derrota cruel en la tanda de penaltis
Espoleados por el buen ambiente vivido en el Primero de Mayo, los locales iniciaron muy fuerte la segunda mitad, pero siempre se encontraban con un Cuxart que sólo fue batible a balón parado.
Tras su arreón, Lemine volvió a igualar el choque, esta vez de falta. El marcador volvía a estar igualado, no así el partido, que se inclinaba del lado de los riberos, que disfrutaron de varias ocasiones para encontrar una ventaja que llegó en el minuto 32 por mediación de Paulinho tras una jugada entre él y Tripodi.
Todavía quedaban más de 8 minutos de sufrimiento. Apenas 90 segundos más tarde, Lemine volvió a ser protagonista tras serle señalada una mano después de que el balón le rebotara en el pie. Era el segundo penalti del partido en contra del Aspil y el tercero en apenas cuatro días. Algo extraño.
De ahí hasta el final del tiempo reglamentario, Paulinho tuvo una clarísima a pase de Tripodi, pero Iker tapó bien. Por su parte, los locales jugaban muy directo y, cuando sacaron portero jugador, apenas generaron peligro.
Todo quedaba pendiente de una prórroga en la que el marcador no se movió a pesar de los intentos de unos y otros. Así pues, los penaltis eran la cruel solución. Un cara o cruz que irremediablemente salió cruz, como siempre en esta campaña, por la que los naranjas, que el domingo tienen una final en Santa Coloma, están teniendo que sortear infinidad de infortunios.
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