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El Gobierno de Navarra ha adoptado un acuerdo por el que se autoriza a la consejera de Derechos Sociales a iniciar el procedimiento de licitación de un contrato de cinco años de los servicios incluidos en el Proyecto de Atención Integrada Social y Sanitaria para las áreas de Tudela, Estella-Lizarra y Tafalla, dotado con 3.664.357 euros.
Este proyecto se puso en marcha en Tafalla en 2018, extendiéndose a las áreas de Tudela y Estella-Lizarra en este año 2021, con la previsión de continuar implantándose en 2022 en el resto de zonas de Navarra.
La licitación incluye 7 plazas para atención residencial (3 para Tudela y 2 para Estella-Lizarra, de nueva creación, junto con 2 para Tafalla), otras 13 para centro de día (5 para Tudela, 4 para Estella-Lizarra, también de nueva creación, y 4 que se consolidan para Tafalla), así como los 3 equipos de soporte domiciliario, uno por cada área. Se trata de recursos de proximidad, temporales, flexibles, personalizados, y sin copago.
Este proyecto está destinado a personas con altas necesidades de cuidados sanitarios y sociales que requieren de la actuación simultánea y coordinada de los servicios sanitarios y sociales, e incluye actuaciones destinadas a garantizar la continuidad de los cuidados, así como atender tanto las necesidades de las personas, como a sus familias y el entorno.
En este sentido, asesora, forma y apoya a las personas y a sus familiares en las medidas que se pueden adoptar para facilitar dichos cuidados, tanto personales como las adaptaciones del domicilio que faciliten la permanencia en él, disminuyendo la sobrecarga de las personas cuidadoras.
Atiende casos de personas que han visto limitada su autonomía, bien por un ingreso hospitalario o enfermedad, para que consigan mantener, recuperar y mejorar dicha autonomía e independencia, permaneciendo el mayor tiempo posible, en su domicilio y entorno habitual, con la mejor calidad de vida posible.
También tiene un carácter preventivo y actúa para evitar, en lo posible, ingresos residenciales y/o hospitalarios, estimulando, al mismo tiempo, la participación en actividades individuales y colectivas, de la vida comunitaria, en función de las capacidades psicofísicas, potenciando un estilo de vida activo y la socialización.
En palabras de la consejera de Derechos Sociales, Carmen Maeztu, “estas medidas se enmarcan dentro de las políticas de envejecimiento activo, para retrasar en lo posible que la persona llegue a situaciones en que sus necesidades sociales y sanitarias sean complejas, y se realizan desde un enfoque de atención integral centrado en la persona, es decir, los servicios se adaptan a la persona y no al revés”. “La puesta en marcha de estos servicios comienza a hacer realidad el sistema de atención sociosanitaria en Navarra tantas veces demandado”, ha indicado Maeztu.
Para lograr este objetivo se contemplan tres niveles asistenciales, con distinta duración, y de mayor intensidad al incluir fisioterapia y terapia ocupacional. Por una parte, la atención residencial, para estancias máximas de un mes, salvo circunstancias que recomienden su prórroga; atención diurna, por un máximo de tres meses; y servicio de atención domiciliaria, de lunes a domingos entre las 8 y las 20 horas (incluidos festivos), también con terapia ocupacional además de los cuidados para la vida diaria.
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