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El Consorcio EDER ha impulsado dos proyectos estratégicos vinculados a la educación y la formación para adecuar infraestructuras y dotaciones para la formación continua y ocupacional así como un plan estratégico de formación para la Ribera de Navarra a partir de la detección de necesidades formativas de las empresas.
Ambas iniciativas se enmarcan dentro del plan de activación de la Estrategia Comarcal de Especialización Inteligente, ECEI, y su objetivo, ha explicado el presidente de la Comisión Ejecutiva del Consorcio, Eusebio Sáez, «es responder al reto de dotar a la comarca de recursos formativos e infraestructuras adecuadas para la formación permanente de la población laboral con el fin de mejorar la competitividad empresarial».
Los proyectos cuentan con la implicación de una treintena de agentes vinculados a la formación que desarrollan su actividad en la Ribera de Navarra y ha implicado al tejido empresarial a través de la Asociación de Empresarios de la Ribera, AER. Su presidente, Domingo Sánchez, ha reconocido la preocupación del sector empresarial por la formación, indispensable para hacer frente a los cambios ocasionados por la revolución tecnológica y el mundo digital «que nos afecta a todos los niveles, desde la producción al consumo, y que requiere de una innovación continua si queremos ser competitivos», ha asegurado.
Sánchez ha incidido en la necesidad de afrontar una formación práctica al margen de la formación reglada que, aunque soluciona parte de las necesidades no resuelve las necesidades reales de la empresa. En este sentido, ha apuntado Sánchez, en la actualidad hay determinados sectores que por la evolución tecnológica se encuentran con una deficiencia entre el el personal que se incorpora a las empresas desde la de formación reglada por la diferencia que hay entre la realidad tecnológica y la realidad de la empresas, «ya que no está al mismo nivel la tecnología que se desarrolla en las escuelas que la tecnología que se desarrolla en la propia industria». Asimismo, ha recordado el presidente de los empresarios riberos, la crisis ha ocasionado que un sector como el de la construcción, que cuenta con decenas de gremios, en la actualidad no encuentra profesionales que permitan regenerar perfiles que ya no se imparten la formación reglada como las maestrías en albañilería, fontanería o electricidad, ámbitos donde ha reconocido hay una necesidad imperiosa de profesionales «y que si miramos hacia las cifras de desempleo demuestra que algo falla y se está haciendo mal».
Con estos proyectos, ha explicado el director gerente del consorcio, Abel Casado, «vamos a poder inventariar los recursos que hay, qué se ofrece para detectar mejoras y delimitar el tipo de oferta formativa a partir de la detección de necesidades de las empresas para que la oferta formativa case con las necesidades reales».
Está previsto que la fase de recogida de datos sobre recursos así como la demanda de especialidades existentes entre más de 700 empresas se prolongue hasta finales de este año para, a lo largo de 2020 acometer la redacción de un plan de formación. Con este plan, ha avanzado Casado, «nos sentaremos con las administraciones competentes en materia de formación», ha concluido el director del Consorcio EDER.
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