A lo largo de esta semana Ecologistas en Acción de Navarra ha estado manteniendo comunicaciones con la Delegación del Gobierno en Navarra para solicitar un cambio en su actual interpretación del RD463/2020. Actualmente este organismo en los huertos no profesionales solamente permite recolectar, pero no sembrar o plantar.
Desde nuestra organización se ha solicitado un cambio en esta interpretación por diferentes motivos:
El RD463/2020 es un texto básico que en otras comunidades se ha interpretado de manera diferente, como en Galicia, donde se permite sembrar o plantar. No se entiende cómo en Navarra se interpreta de manera más restrictiva. A falta de una interpretación, como en Aragón, varios ayuntamientos están regulando la actividad emitiendo bandos permitiendo sembrar o plantar.
En ninguno de los artículos del RD463/2020 se habla de agricultura no profesional. En el artículo 7.a se permite la circulación para la adquisición de alimentos; y en el Artículo 15 (Medidas para garantizar el abastecimiento alimentario) se está regulando la producción agrícola y su posterior distribución comercial.
La interpretación que se hace en Navarra es muy restrictiva no comparando las huertas para autoconsumo con una huerta profesional sino como un comercio. Solamente se permite recoger productos como si el hortelano o hortelana fueran a un comercio a adquirirlos. Se podría haber hecho la analogía con las huertas profesionales, situación esta más cercana a la realidad, ya que una huerta no es un comercio.
Mientras que a partir de este pasado 13 de abril se permite reanudar la actividad de diferentes sectores, como la construcción, se olvida que el derecho a la alimentación es un derecho básico, y no se incluye entre las actividades permitidas las de sembrar y plantar. Los ladrillos no se comen, los vegetales sí.
Las medidas de seguridad y protección contra la COVID-19 son más fáciles de cumplir en una huerta no profesional que en una fábrica, en la construcción o en un comercio; no hablemos ya de una gran superficie, donde es muy difícil mantener dichas medidas. Las labores agrícolas que se desarrollan en una finca no profesional son realizadas principalmente por una sola persona, y, en caso de que sean dos, las medidas de protección son fáciles de llevar a cabo.
La agricultura no profesional está realizada por muchas personas para las que es un complemento, pero muchas de ellas son jubilados con pensiones reducidas o personas con escasos recursos que tienen en esta actividad un modo principal de proveerse de alimentos y también a familiares.
La época del año en la que nos encontramos es crucial ya que ahora es cuando hay que plantar o sembrar todos los cultivos que se recogerán en el verano o comienzo del otoño. Instantes concretos que varían según los cultivos y la zona de Navarra. Si no se plantan o siembran esos cultivos ahora sencillamente no habrá alimentos que llevarse a la boca, haciendo que la crisis que estamos sufriendo vaya a ser todavía mayor.
Lamentablemente la respuesta desde la Delegación de Gobierno ante nuestra petición es de rechazo, se mantiene la actual interpretación, y se impide sembrar o plantar. Desde Ecologistas en Acción de Navarra lamentamos profundamente esta decisión, y la consideramos totalmente insatisfactoria. A su vez, la Delegación de Gobierno nos emplaza a un posible cambio normativo desde el Gobierno Central. Desgraciadamente esa decisión no llega ni desde una instancia ni otra, mientras que el tiempo pasa y los agricultores no profesionales no pueden continuar con su actividad.
Lamentamos que desde Delegación de Gobierno no se vea en la agricultura de autoconsumo una forma de paliar los efectos de esta crisis. Una agricultura que en clave de soberanía alimentaria nos aporta productos sanos, frescos y de proximidad. Los hortelanos y hortelanas son quienes están manteniendo una huerta viva de la que tan orgullosos nos sentimos como pueblo, con unos productos y variedades que forman parte de nuestro Patrimonio. Contribuyen también a mantener la diversidad cultivada, al mantenimiento de unos saberes conservados a lo largo de los años en el manejo del agua y de la tierra. En definitiva, una agricultura respetuosa con el medioambiente y las personas.
Ahora, más que nunca, Navarra quiere comer de su huerta.
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