Inicio Colaboradores Carlos Muñoz Dune: Parte dos, por Carlos Muñoz

Dune: Parte dos, por Carlos Muñoz

Entre el paraíso y la guerra santa

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La zona de interés arrebató el Oscar a J. A. Bayona, y fue Christopher Nolan quien se llevó los premios más relevantes con Oppenheimer, siendo las actrices ganadoras Enma Stone, por Pobres Criaturas y Da ‘Vine Joy por Los que se quedan. En el film de esta semana, Denis Villeneuve, después del éxito de Dune primera parte, nos devuelve al desierto para mostrarnos a Paul que debe asumir su mesianismo para luchar contra aquellos que asesinaron a la casa de los Atreides. En el film interviene: Timothée Chalamet, Zendaya, Javier Bardem, Rebecca Ferguson, Florence Pugh.

Arranca la historia con Paul (Timothée Chalamet) y su madre Lady Jessica (Rebecca Feguson), como únicos supervivientes de la casa Atreides. Se dirigen al territorio de los Fremen en Arrakis, liderados por Stilgar (Javier Bardem), que combaten contra los hombres del Barón Harkonnen ( Stellan Skarsgård), por esquilmar la especia, recurso para sobrevivir.

Paul se debate en torno a asumir el Mesianismo o no, combatiendo al lado de Chani (Zendaya), y debe pasar unas pruebas para ser aceptado por el pueblo Fremen. Lady Jessica, integrante de la hermandad Bene-Gesserit, conspira para difundir entre el resto de tribus que su hijo es el Mesías liberador. El emperador (Christopher Walken) y su hija la princesa Irulan (Florence Pugh), intentarán derrotar a Paul, apoyados por el Barón y su sobrino el psicópata Feyd- Rautha (Austin Butler) que aspira al trono…

La épica, la aventura, las luchas entre tribus, y el romance articulan gran parte de este film de casi tres horas. Una narración que sigue destacando por su espectacularidad técnica, gracias a la fotografía de Greig Fraser, y apoyada por la música de Hans Zimmer. El relato expone temas anteriores como: la lucha contra la colonización, la explotación de recursos, a los que se añade el fanatismo mesiánico. Sin embargo, el film flojea en su parte central, ese mundo de conspiraciones palaciegas, el poder de las Bene- Gesserit, ralentizan la narración, y sigue faltando desarrollo en los personajes.

Timothée Chamalet al igual que Javier Bardem poseen mayor protagonismo, pero la que destaca es Zendaya, (atención a las escenas finales), a pesar de estar encorsetada en su personaje. Intuyo que en la tercera parte en proyecto, será ella la que cabalgue no solo sobre gusanos sino sobre una historia que conduce a la guerra entre familias.