Después de participar este año 2016 en la Copa de España, y Campeonato Nacional, obteniendo el subcampeonato, [ihc-hide-content ihc_mb_type=»show» ihc_mb_who=»4,5,6,7,8,9″ ihc_mb_template=»2″ ]
fue la Selección Española la que requirió su presencia. Días intensos y complicados; estudios de Bachiller, Selectividad, entrenamientos en el velódromo de Tafalla, en el gimnasio en Tudela, concentraciones en Palma de Mallorca con la Selección Nacional. Todo al mismo tiempo, todo solapado.
Así llegó a junio, y a finales de mes se fue de Tudela a la concentración con la Selección Española para acudir posteriormente a los Campeonatos Europeos y a continuación a los Mundiales.
En primer lugar, los europeos disputados en Italia (Montichiari) del 12 al 17 de julio. Los segundos europeos que disputaba, y donde obtuvo un quinto puesto. Satisfecho de la actuación dado el nivel de competidores, pero con un cierto sabor agridulce por la sensación de poder haber conseguido algo más.
A continuación, del 20 al 24 de julio, viaja a Suiza (Aigle) a la sede de la UCI, donde se disputaba el Mundial. Con más miedo por el nivel de los rivales, pero sin presión. Aquí llegó la sorpresa. Disputó la especialidad de keirin al principio del campeonato, y esto hizo que se encontrase bien físicamente. Fue un día agotador pues tuvo que pasar todas las rondas de clasificación con los mejores de todo el mundo, pero lo consiguió, se presentó en la final. Y con entrega y peleando hasta el final, consiguió este tercer puesto en el Mundial. Medalla de Bronce en un Campeonato del Mundo. No se lo podía creer, pero allí estaba con un gran subidón.
Esto ha supuesto que la UCI le haya ascendido al segundo puesto del ranking mundial 2016/2017 en esta modalidad de pista, por delante incluso del campeón del Mundo, el australiano Conor Rowley, y esto a pesar de no haber competido desde julio.
A su vuelta a Tudela, se ha dedicado a descansar y disfrutar de todo de lo que se había tenido que privar durante el año para conseguir esto. Ha meditado sobre su futuro deportivo y ha decidido finalmente abandonar la competición de pista, por no poder compaginarlo con sus actuales estudios (Ingeniería) y porque no se le ofrecía un horizonte deportivo y personal aceptable en España, porque no hay suficientes patrocinios a equipos, ni a nivel individual, ni desde federaciones deportivas ni desde instituciones, y eso resulta económicamente insostenible. Tampoco hay apenas reconocimientos. En Tudela solo se da por enterada la gente que le conoce personalmente. Salvo un par de medios de comunicación, nadie le ha dicho nada. Es un deporte minoritario, como otros muchos. No se puede practicar en España a estos niveles. Supone un gran esfuerzo sin recompensa. La mayoría de sus inmediatos rivales, ingleses, australianos, alemanes…… disponen de centros de alto rendimiento que les permiten desarrollar sus aptitudes deportivas y de formación. Aquí no es así.
Su vuelta a la carretera tampoco es fácil. No hay sitio en escuadras navarras. Faltan equipos, faltan medios y a casi nadie le interesa un pistard, aunque sea este el tercero del mundo. Así que ha decidido enrolarse en un apasionante proyecto sub-23 con el equipo del Club Ciclista Eibarrés (Deba Barrena) para poder seguir practicando el deporte que tanto le gusta y que promete no abandonará jamás.
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