Los Gigantes son sin duda uno de los elementos festivos por excelencia, y muy queridos por los niños. Este año, la Comparsa de Gigantes de Marcilla vivirá estas “no fiestas” con mucha pena, “con una sensación muy extraña”, asegura Daniel Navarro, miembro de la comparsa. “Somos un colectivo que no podemos plantearnos siquiera hacer algo virtual. El espacio del gigante es muy cerrado y compartido entre muchas peronas. Son varias las que lo bailan y no se puede desinfectar adecuadamente entre baile y baile. Le hemos dado una vuelta, pero es inviable. Cuando bailas, además, sudas, respiras más fuerte, y no puedes hacerlo con mascarilla. Y tampoco es viable que un solo gigantero se pegue la paliza de hacer todos los bailes. Iremos colgando algún video de bailes de años anteriores en las redes sociales, y poco más se puede hacer en la situación actual”.
Esta situación, además, resulta doblemente frustrante ya que este año tenían previsto presentar dos nuevas figuras de gigantes: “Un vecino de Marcilla, Jenaro Echeverría, hizo las cabezas y nos las regaló”, explica Navarro. “El ayuntamiento hizo el presupuesto para comprar el resto y a vestimenta, y estaba previsto haberlos presentado este mes de agosto, pero no tenemos más que las cabezas. Todo está parado y no hemos podido ni terminar las figuras y vestirlas. Esperemos que el año que viene podamos hacer algo especial”. Estos nuevos gigantes tienen sus nombres y representan a ciertos personajes, pero la comparsa prefiere desvelar esto en el momento de la presentación.
“En circunstancias normales nos pasamos casi todo el verano de pueblo en pueblo. Bajábamos a Tudela a la concentración organizada por la Orden del Volatín, e íbamos a las fiestas de las diferentes localidades. Este año, además, teníamos previsto acudir al 25 aniversario de las Comparsas de Santacara y Artajona, que se suspendieron. Esperemos que el año que viene puedan celebrar el 25+1”.
