Fitero y Cintruénigo están siendo dos de las localidades navarras más golpeadas por la epidemia de Covid-19 con un índice de incidencia entre su población de 10,7 casos por cada 1.000 habitantes.
Como el resto de localidades de España y de Navarra, sus ciudadanos se confinaron en sus domicilios tras decretarse el estado de alarma. Sin embargo, lamenta el alcalde de Fitero, Miguel Aguirre, todo comenzó a complicarse las jornadas del 21 y 22 de marzo, días en los que vecinos y varios mayores de la residencia comienzan a experimentar los primeros síntomas. «Diez trabajadoras tomaron la decisión de confinarse y permanecer en el centro y se reestructuró la atención en dos salas diferentes, uno para los residentes que presentaban síntomas y otros para los que no», recuerda el alcalde de la localidad.
Pese a los esfuerzos, la pasada semana la situación empeoró. «Varios de los trabajadores dieron positivo y tuvimos que pedir ayuda para buscar gente que pudiera trabajar. La respuesta fue brutal porque en poquitas horas recibimos muchísimos currículos y hemos conseguido sustituir a parte de este personal. Ahora estamos a la espera de que alguno de los mayores pueda ser desplazado al Balneario de Fitero», avanza Aguirre.
Hemos pasado dos semanas muy malas. Gracias a Dios esto se va remontando
Lamentablemente la residencia no ha sido el único foco de casos por Covid-19. Se han dado más casos entre la población y en estos días de pandemia ya han fallecido 8 personas entre vecinos y residentes. «Hemos pasado dos semanas muy malas, con hasta 16 personas con Covid-19 positivas en sus domicilios, que en una localidad de dos mil habitantes, es un número importante. Gracias Dios esto se va remontando y en este momento quedan siete personas en sus domicilios y una persona ingresada en Pamplona», explica el acalde.
La situación, reconoce, ha dejado tocado el ánimo de los vecinos. «Muchas tardes las dedico a llamar a los mayores de la localidad y percibo que de la inquietud de los primeros días se ha pasado a la tristeza. Esto nos va a dejar una herida, manejable, y no nos va a quedar otra que seguir adelante contemplando con cariño esta herida», asegura. Toca afrontar momentos difíciles y duros. «Entiendo que tiene que ser así, que no cabe otro modo y no o cuestiono, pero la manera en la que nos estamos teniendo que despedir de la gente que queremos es añadir dolor al dolor. No poder dar último abrazo o un último beso genera mucha tristeza y me rompe el alma», confiesa Aguirre.
Percibo que de la inquietud de los primeros días se ha pasado a la tristeza
Pese a la crudeza, el alcalde de Fitero asegura que no han faltado los gestos de ánimo y de solidaridad. Varios vecinos respondieron rápidamente al llamamiento de la petición de voluntarios para adecuar el Balneario junto a la brigada y dos empresarios de la localidad, Valentín y Ángel Rupérez, de la empresa Valentín Aplicaciones Industriales, se afanan en la fabricación de 300 mascarillas diarias con material homologado y que en Fitero sirve para paliar la carencia de unos materiales que estos días llegan con cuentagotas. «Considero necesario lanzar un mensaje de profunda gratitud porque, salvo pequeños incidentes, el comportamiento de la población está siendo absolutamente ejemplarizante», asegura Aguirre.
Estoy convencido de que vamos a salir reforzados de esta situación porque está sacando lo mejor de nosotros mismos
A ello, añade un mensaje de ánimo y esperanza. «Esto va a ser largo y el camino muy duro. Vamos a perder a gente muy querida. En Fitero hemos perdido Fernando Seves, presidente de la Asociación Amigos del Monasterio de Fitero y eso, ineludiblemente, nos va a dejar una huella. Por nuestra parte tenemos que seguir haciendo lo que nos piden y estoy convencido de que vamos a salir reforzados de esta situación porque está sacando lo mejor de nosotros mismos», concluye
Trabajo con el departamento de Derechos Sociales
En todos estos días el ayuntamiento de la localidad ha estado en contacto directo con el departamento de Derechos Sociales. «En el momento en el que la situación de la residencia se complicó lo pusimos en conocimiento de la consejería de Derechos Sociales y en honor a la verdad, tengo que decir que hemos tenido muy buena acogida y colaboración por parte de la consejera Mari Carmen Maeztu. Es cierto que los recursos son limitados, no solo para nosotros, sino para todos, que naturalmente que nos hubiese gustado recibir más ayuda, pero entendemos que en este momento hay que repartir. Algunos residentes han sido atendidos a través de la hospitalización domiciliaria y hemos conseguido que la directora de la residencia y a la vez enfermera tuviese también apoyo de enfermería puntual».
Además, remarca el alcalde de Fitero, se ha trabajado estrechamente para conseguir la apertura del Balneario de Fitero, que ya había ofrecido sus instalaciones el pasado 14 de marzo, mucho antes de que se decretase el cierre de los hoteles, y defender esta propuesta frente a la otra alternativa que se barajaba, la residencia de Cascante. «Trabajo como director de la residencia de mayores de Cervera del Río Alhama y he tratado de trasladar la opinión de que apostar por otra residencia era poner en riesgo a personas mayores que estaban sanas y que convenía apostar por un sitio neutral. En cuento dieron el visto bueno nos pusimos manos a la obra con la brigada del ayuntamiento que, junto a la de Cintruénigo, y varios voluntarios retiraron una serie de materiales para dejarlo todo previsto como querían los departamentos de Salud y Derechos Sociales», relata Aguirre.
El equipo de gobierno dona sus retribuciones a la residencia
El equipo de gobierno del ayuntamiento de Fitero ha sumado otro gesto a esta situación donando las retribuciones que percibe por su trabajo en el ayuntamiento. De este modo, el alcalde ha cedido toda la retribución que percibe por su dedicación a media jornada, y el resto de concejales las retribuciones que perciben por asistencia a comisiones y plenos. En total, unos 1.870 euros que van a ir de manera íntegra a la residencia de mayores de la localidad.